La organización de autónomos UPTA considera que la libertad de horarios en los comercios en aquellas zonas de gran afluencia turística suponen una “vuelta de tuerca a la grave crisis” que atraviesa el comercio tradicional familiar y las pequeñas cadenas de establecimientos comerciales.
Desde hace unos días ha entrado en vigor la normativa por la cual diez nuevas ciudades de más de 100.000 habitantes cuentan con absoluta libertad de horarios y con posibilidad de abrir los festivos. En opinión de esta organización, esto “tiene poco que ver” con las características turísticas de una población.
Consideran que estas medidas están pensada para resolver la crisis que atraviesan las grandes superficies, que “no han sabido adaptarse a las nuevas situaciones del mercado y que necesitan la eliminación progresiva del pequeño comercio para poder estabilizar sus ventas”, denunció el secretario general de UPTA, Sebastián Reyna.
Tal y como reflejan las estadísticas del INE, a lo largo de este ejercicio, cuando se han establecido “las mayores cuotas de libertad de horarios”, las grandes superficies consiguieron incrementar sus ventas un 1%, el mismo porcentaje en que recortaron sus ventas los comercios autónomos y pequeñas tiendas. Entienden que existe una clara relación entre estos dos componentes.
Sin embargo valoran el enorme esfuerzo que realizan los pequeños establecimientos para conservar el empleo. De hecho, pese a la caída de las ventas lo han aumentado en un 0,2%, cuando las grandes superficies han hecho todo lo contrario, con caídas del 0,2%.
Sebastián Reyna entiende que los “datos son incontestables y el objetivo de estas medidas poco tiene que ver con apoyar al verdadero comercio”, sino que busca posicionar a los grandes para que puedan monopolizar las ventas cuando la situación del consumo interno mejore”.
Algunos sectores también han criticado esta medida de liberalización de horarios, al entender que los trabajadores deberán ampliar sus horas de trabajo a cambio del mismo sueldo.