La mayoría de trabajadores por cuenta propia apuestan por la cotización mínima. A corto plazo, les permite ahorrar una importante cantidad en impuestos pero en el futuro su pensión se verá afectada. De hecho, la pensión de los autónomos suele estar unos 400€ por debajo que la de un asalariado. No hace falta decir que esta diferencia mermará su poder adquisitivo una vez jubilado. Por eso, muchos trabajadores por cuenta propia encuentran en los fondos de inversiones para autónomos una garantía de estabilidad económica para su futuro.
Qué es un fondo de inversión y cómo funciona
En primer lugar, hay que tener clara cuál es el estado de tu salud financiera y qué son los fondos de inversión. Se trata de una herramienta de ahorro que aglutina las aportaciones de un número de personas que quieren invertir sus ahorros. El total de estas aportaciones individuales se invierte en diferentes productos financieros (acciones, valores de renta fija, derivados o una combinación), ofreciendo al partícipe acceso a mercados a los que individualmente no tiene acceso. De este modo, puede diversificar sus inversiones. El partícipe confía sus ahorros al profesional que gestiona el fondo.
A cambio de tener a ese profesional gestionando la inversión, el partícipe asume el pago de unas comisiones. Estas aparecen en el folleto del fondo, y no pueden superar los márgenes indicados por la ley. Cualquier inversor puede comprar o vender participaciones del fondo en cualquier momento, lo que hará que el patrimonio del fondo suba o baje. También hay que tener en cuenta los vaivenes de un mercado en constante movimiento: el valor de cada participación oscilará al alza o a la baja según el contexto.
Fiscalidad de los fondos de inversión para autónomos
Una de las principales razones para entrar en un fondo de inversión es la fiscalidad. El autónomo solo tributará por él en el momento en que reembolse las participaciones. Es cuando se genera el rendimiento, que se considerará ganancia o pérdida patrimonial. Además, se pueden hacer traspasos entre fondos sin necesidad de tributar, y las plusvalías también están exentas. Este es un aliciente más para los autónomos que buscan un ahorro, evitando el pago de más impuestos.
Cómo elegir fondo de inversiones siendo autónomo
Hay varios aspectos a analizar antes de elegir un fondo de inversiones. Seguramente, lo primero que haya que mirar son las comisiones soportadas. Es un capítulo más que deberemos añadir a nuestros gastos como autónomos, y deben estar ajustadas al nivel de riesgo del fondo y al valor añadido que aporta el gestor. Y, como hemos dicho anteriormente, se deben ajustar a las cantidades fijadas por la ley. También hay que fijarse en el tiempo necesario para reembolsar la participación, que en el caso de los fondos armonizados españoles suelen ser 48 horas.
Tipos de fondo de inversión para autónomos
Aunque todos los fondos tengan unas características comunes, lo habitual es diferenciarlos según el tipo de activo financiero. Y aquí encontramos hasta cuatro categorías, comenzando por los fondos de renta variable. Pensados para inversores dinámicos, se invierte principalmente en renta variable por lo que la rentabilidad ofrecida es mayor, pero también lo es el riesgo. En el extremo opuesto aparecen los fondos de renta fija, pensados para inversores más precavidos. Se invierte principalmente en renta fija, lo que minimiza el riesgo… pero también la rentabilidad.
A medio camino entre ambos están los fondos mixtos. Se trata de fondos de inversión en los que se invierte tanto en renta fija como variable. Están pensados para cualquier tipo de ahorrador según la inversión dominante. Por último están los fondos de retorno absoluto. Con ellos, se busca la rentabilidad con una gestión flexible, que a diferencia de los anteriores no sigue ningún índice de referencia. Un buen asesor financiero te ayudará a elegir el fondo de inversión que mejor se ajuste a tus necesidades y características como autónomo.