A veces parece que los trabajadores por cuenta propia trabajemos en un mundo paralelo. Primero, porque nadie utiliza este tecnicismo que define nuestra forma de trabajar, es más fácil hablar de autónomos; y segundo, por la gran cantidad de gestiones burocráticas relacionadas con esta modalidad de trabajo.
Pero más allá de las declaraciones trimestrales y anuales como las del IVA o los diferentes documentos que hay que presentar, un trabajador por cuenta propia tiene acceso a los préstamos para autónomos. Sin embargo, ¿nos interesan en todos los casos?
¿Qué son los préstamos para autónomos?
Uno de los problemas más habituales de los autónomos es la falta de financiación. Por eso, los bancos y otras entidades de crédito ofrecen a este colectivo unos préstamos diferentes a los que se ofrecen al resto de trabajadores para que pongan en marcha su propio negocio o, en su defecto, para que lo amplíen. Eso sí, se trata de una decisión que puede ser muy arriesgada para los bancos, de forma que en los últimos años han endurecido considerablemente el acceso a estos préstamos, a menudo ligados a las ayudas y subvenciones para autónomos.
Así, cuando un autónomo va al banco a solicitar un préstamo puede encontrarse con que el plazo de amortización de las ayudas para autónomos alcanza los 15 años y el importe financiado no pasa de 75.000€. Según las entidades financieras, los intereses -que pueden ser fijos o variables- cambian según el perfil del trabajador autónomo que pide el préstamo y las condiciones, pero la realidad es que los tipos de interés no suelen bajar del 10%.
Hay hasta tres tipos de préstamos para autónomos, todos ligados al Instituto de Crédito Oficial (ICO). Los conceden las entidades bancarias adscritas al ICO o el propio Instituto, y se trata de la línea ICO para empresas y emprendedores, la línea ICO Garantía SGR y la línea ICO de Internacionalización y exportación a corto plazo. El dinero puede destinarse a equipamiento o solucionar los problemas de liquidez y deudas con Hacienda; y para acceder a ellas nos exigirán todo tipo de documentación.
Cómo saber si necesito un préstamo para autónomos
El hecho de tener que presentar una nómina hará que difícilmente puedas acceder a los préstamos convencionales, pero… ¿de verdad te interesa solicitar un préstamo para autónomos? Hay una serie de factores a valorar antes de pedir un préstamo para autónomos, empezando por la situación actual de la economía: ¿tu negocio está creciendo? ¿Ese crecimiento se debe a un pico de trabajo o a una tendencia alcista? ¿Tienes muchos competidores? En este sentido, puedes solicitar el préstamo antes de tu momento de más trabajo del año para facilitar los pagos.
Otra cuestión de vital importancia es mirar hacia el futuro: ¿próximamente necesitarás dinero para otra cosa? Puede parecer una cuestión menor, pero deberías guardarte una bala en la recámara ante posibles necesidades a corto o medio plazo, más si las conoces con antelación. El segundo préstamo tendrá peores condiciones que el primero, en especial si ya tienes uno abierto. En ese caso será mejor esperar o solicitar un préstamo más grande. Tampoco puedes pasar por alto el plazo de devolución, que no siempre será más económico cuanto más corto sea.
Tu proyecto también es un factor clave para conseguir la financiación. Debes tener claro para qué vas a utilizar el dinero y cómo lo devolverás, una cuestión en la que tiene una especial influencia que utilices el préstamo de forma productiva. Solo así repercutirá positivamente en tus ganancias y lo podrás devolver.
La última cuestión a valorar es qué estás dispuesto a arriesgar. Está en juego tu patrimonio personal. ¿Pondrías tu casa como aval o prefieres un préstamo sin aval pero con más intereses? A partir de aquí debes valorar si te interesa o no el préstamo para autónomos.