“¡Esto debería ser más fácil!” es la expresión que se oye a menudo cuando alguien tiene la sensación de estar perdiendo el tiempo haciendo algo. El problema de ese algo no es tanto su complicación como su importancia, el hecho de ser inevitable… y que es un rollazo.
Es el caso de la facturación: es algo irrenunciable para autónomos y empresas. Pero a pocos los verás frotándose los dedos en plan “qué bien, ahora me toca llevar la facturación”. En cualquier caso se frotarán las manos a la hora de emitir la factura y cobrarla, pero el proceso entero… en fin, quién pudiera hacerlo más fácil.
Por suerte para muchos autónomos han aparecido los programas de facturación, que no sólo te resuelven la fórmula “facturación = complejidad = rollazo”, sino que la transforman: facturación = sencillez = amenidad.
Estos programas te aseguran una organización más eficiente de tu facturación, te liberan de toda la tara de estar ordenando facturas, gastos, lista de clientes, etc., en diferentes lugares del disco duro de tu ordenador cuando Word y Excel son tus únicos aliados.
Y sí, te acaban haciendo todo este proceso algo ameno, que incluso se puede disfrutar (quién lo iba a decir).
Los programas de facturación lo reducen todo a la mínima expresión. Y, además, la nueva oleada de programas en la nube te lo pone aún más fácil. A continuación te explicaremos por qué:
- No requieres actualizaciones ni compatibilidades con tu ordenador. Al estar en la nube, estos softwares se actualizan automáticamente y ten por seguro que no se estarán dando golpes con otros programas ni con otros aspectos desconocidos de tu ordenador.
- Facturas donde quieres y cuando quieres. Que acabas la tarea y quieres darle a tu cliente la factura al instante, pues ahí la tiene, recién salida del horno, es decir, del móvil o tablet (muchos programas de facturación disponen de una app móvil) u ordenador portátil. No tienes que dejarlo para el final del día, cuando de lo que dan ganas es de irse a casa, ponerte a descansar, jugar con los niños o tomarte una cerveza con unos amigos.
- Facturación profesionalizada. Las plantillas de facturas están configuradas bajo criterios legales y ofrecen un aspecto arreglado que, en muchos casos, se puede diseñar – y sin necesidad de ser diseñador gráfico – y dan un toque más profesional a tus clientes.
- Automatización. La numeración de las facturas se establece de forma automática, sin que tengas que estar pensando en el número que asignaste a la anterior; éstas se ordenan y clasifican sin que tengas que mover un dedo.
- Control y centralización de tu gestión. Todo lo tienes al abasto de un clic. Toda la información relativa a tu facturación: facturas, gastos, clientes, productos, proveedores… No tienes que mover nada más. Está todo ahí. Sabes de primera mano quién te ha pagado, qué facturas quedan pendientes, etc. Y eso te da un mayor control de tu negocio.
- Gestión ágil de los impuestos. Al tener toda la información de tus facturas y gastos centralizada e informatizada, la elaboración de las diferentes declaraciones fiscales (modelo 303, modelo 130, etc.) es más rápida. Además, muchos programas incorporan algunos modelos de declaraciones. ¡Todavía más fácil!
- Colaboración más estrecha con tu asesor o gestoría. Un programa de facturación en la nube también facilita el trabajo a ese aliado tuyo que es el asesor. La información que necesite está más organizada, al alcance de un par de clics y es más fácil de tratar. Esto redunda en un doble beneficio: para él y para ti.
Aquí te hemos numerado siete; las principales que ha de tener en cuenta un autónomo para hacer esa inversión, pues la ganancia está a la vista: más tiempo y más energías para dedicarse a la parte productiva de tu negocio.
¿Todavía no te has hecho con un programa de facturación?