¿Cuántas veces hemos dejado de luchar por nuestros sueños por la falta de capital? Hoy en día, resulta cada vez más común optar por una solución rápida y sencilla: los préstamos. Todavía muchas personas no están acostumbradas e incluso se muestran un poco reacias a este tipo de transacciones.
Sin embargo, gracias al Internet, acceder a diferentes préstamos ofertados por los bancos y distintas páginas resulta más fácil que nunca. Entre algunos de esos tipos, vamos a destacar los mejores préstamos personales y los préstamos sin intereses.
¿Qué es un préstamo?
Seguro que alguna vez has oído hablar de un préstamo para la hipoteca, el coche o productos similares. Un préstamo, básicamente, es un contrato entre dos partes, es decir, el cliente y la parte financiera.
Mediante este contrato se le otorga una determinada cantidad de dinero al cliente que este se compromete a devolver en periodo limitado. Permite, por ejemplo, cubrir el coste de las necesidades habituales de un autónomo que comienza un nuevo negocio.
Sin embargo, no es tan fácil como parece a simple vista. La mayoría de las veces este tipo de contratos contienen diferentes cláusulas que el cliente debe conocer. Por consiguiente, vamos a establecer una definición y diferenciación de dos tipos de préstamos en concreto.
Los préstamos personales
Este tipo de préstamos están destinados a cubrir unas necesidades específicas del cliente. Suelen solicitarse en determinados momentos. De forma general, la cantidad de dinero que se solicita en este tipo de crédito es pequeño.
Existen diferentes tipos de préstamos personales. Algunos que podemos destacar son: préstamos de consumo, préstamos rápidos y préstamos de estudios.
Este tipo de financiación está sujeto a unos ciertos intereses que el cliente debe abonar. Los intereses aplicados por las entidades financieras tienen dos objetivos principales.
- El primero es compensar el posible impago de este crédito.
- El segundo es obtener un beneficio de la operación.
Los préstamos sin intereses
En la televisión, en la radio del coche, etc., seguro que has escuchado algo relativo a los préstamos sin intereses, como puedes encontrar en Money24. ¿En qué se diferencian? Presentan las mismas características que los mencionados anteriormente. Sin embargo, el cliente no debe abonar los intereses.
No obstante, a la hora de realizar un préstamo, hay que tener en cuenta dos tipos de intereses:
- El tipo de interés nominal (TIN): define la cantidad que tendrá que pagar el cliente, como por ejemplo, intereses al banco.
- La tasa anual equivalente (TAE): define tanto los intereses mencionados más arriba como la comisión de la operación.
Por lo tanto, aunque se indique que no presentan intereses, la realidad es diferente. Muchas entidades financieras ofrecen préstamos sin intereses TIN, pero la TAE es más elevada de lo normal. Por ello, conviene leer con mucha atención todo lo que se expone en el contrato.
Un préstamo puede ser un gran aliado
En definitiva, se trata de dos tipos de préstamos que comparten muchas similitudes y presentan casi las mismas características. Sin embargo, la gran diferencia está en el porcentaje de los intereses que el cliente deberá abonar finalmente.
Tan solo hay que tener mucha precaución a la hora de elegir el tipo de préstamo y la entidad financiera. Sin embargo, esto no implica que estos modelos de transacciones no sean beneficiosas. La mayoría de los grandes empresarios han podido construir sus imperios gracias a algunos de estos préstamos iniciales.
Además, muchos gobiernos también promueven este tipo de operaciones y colaboran con numerosas empresas para facilitar el acceso a ellos. Se trata de una práctica cada vez más común entre muchos autónomos. ¡En definitiva, es una forma de impulsar la creación de un negocio!