Ser autónomo también tiene sus ventajas. ¡No todo va a ser penas! Entre ellas, está el no tener que llevar una gestión compleja de tu actividad (salvo en el caso de autónomos societarios, por ejemplo).
Por lo general, la gestión es más fácil y la ley, incluso, se hace eco de la dura realidad del autónomo y la suaviza (por una vez): no están obligados a llevar una contabilidad rigurosa como sí lo están las empresas.
Eso sí, que la gestión del negocio sea más simple no es sinónimo de ir con simplonería por el mundo de los negocios. Conviene ser rigurosos y no perder de vista algunos detalles imprescindibles de la contabilidad.
Como, por ejemplo, la conciliación bancaria.
¿Qué es la conciliación bancaria?
Por conciliar (hacer compatibles) se entienden muchas cosas según el contexto. Nos conciliamos con la familia, con la pareja, con los amigos… Y quién lo iba a decir: ¡Nos conciliamos con el banco!
Y eso es la conciliación bancaria: poner en una misma sintonía las cuentas de tu negocio (el registro de ingresos y gastos) con los movimientos de tu cuenta bancaria.
¿Cómo funciona la conciliación bancaria?
Es muy sencillo. Se trata de comparar dos documentos: por un lado, tú registro de ingresos y gastos (tus facturas, tiquets, etc.), y, por el otro, el extracto bancario que recibes a final de cada mes.
La idea es ver si hay un descuadre entre esas dos realidades. Y no te asustes con lo que te vamos a decir: por lo general, no coinciden.
¿Por qué? Por el tiempo: lo normal es que no cuadren porque puede que un determinado ingreso de este mes no aparezca reflejado en tu banco hasta el siguiente mes. Y si es así, no hay que alarmarse.
¿Por qué es importante la conciliación bancaria para un autónomo?
Aunque por regla general se habla de conciliación bancaria en el contexto de una empresa – con una gestión, por tanto, más compleja -, no significa que un autónomo se deba desentender.
Como cualquier persona embarcada en un negocio, también tendrás tu registro de ingresos y gastos y tu cuenta bancaria, aunque a un nivel más sencillo.
¿Y por qué es importante? Resumiendo: por una cuestión de control; de tus cuentas, sí, y de tu negocio. Veamos con más detalle:
- Puedes descubrir errores en tus apuntes: un tiquet o factura que olvidaste registrar, cuyo importe te aparece reflejado en la cuenta bancaria, pero no entre tus documentos, porque duerme en un lugar imprevisto.
- Puedes descubrir un error de tu banco. Es menos probable, pero puede que te encuentres un importe en tu banco que haya aparecido ahí por sorpresa y para inri (una factura que te hayan cobrado por un servicio que diste de baja, por ejemplo).
- Al tener un mejor control de tus cuentas, puedes hacer mejores previsiones para hacer una compra o inversión, y puedes observar y analizar con mayor precisión cómo evoluciona tu negocio y sus posibilidades de expansión.
Por último, hoy en día ningún autónomo tiene excusas para no llevar una conciliación bancaria rigurosa.
Como sabemos que eres alguien atento, habrás oído hablar de los programas de facturación y contabilidad como Debitoor; unas herramientas maravillosas de gestión que, en su máximo esplendor,han logrado la proeza de inventar la conciliación bancaria automática. Pero también hay otras opciones disponibles para los autónomos como son las plantillas de conciliación bancarias, preparadas para unir todos los movimientos y a un precio mucho más asequible.
Una maravilla, sin duda, de la tecnología, que te ahorrará muchos quebrantos y te dará muchas alegrías, al poder prescindir del engorro de ir comparando línea por línea que todos los conceptos estén bien registrados y contabilizados.