Internet nos ofrece un mundo de posibilidades para nuestro negocio, pero también implica algunos peligros en forma de plagio. La mejor forma de evitar esta competencia desleal es registrando la marca de tu negocio online, de forma que evites que otras empresas utilicen nombres que puedan llevar a la confusión, perjudicándote. Al registrar una marca para esos productos o servicios te harás con el derecho exclusivo de uso de esos productos o servicios, aunque siempre los puedes vender o cederlos a terceros, previa compensación económica.
Si has llevado a cabo el registro de marca o nombre comercial de tu negocio online y otra empresa la utiliza, puedes obligarla a dejar de utilizarla y tendrás derecho a una indemnización por los daños y perjuicios que te han causado. Sin embargo, si no cuentas con ese registro cualquier persona puede utilizar esa marca, y no recibirás ningún tipo de compensación pese a que los daños que sufran tu marca y la reputación que tanto te ha costado conseguir se puedan ver seriamente afectadas. De ahí la importancia de haber registrado la marca.
¿Cómo puedo conseguir el registro de una marca?
Tenemos tres posibilidades de proteger nuestra marca, una a nivel estatal en la Oficina de Patentes y Marcas, otra a escala comunitaria en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) o en la Oficina de Patentes y Marcas y el tercer nivel sería la marca internacional en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Como nos muestra la guía de 1&1 cada una de ellas tiene su intríngulis, así que vamos a ver qué nos exige cada nivel de registro.
Para registrar una marca en la Oficina de Patentes y Marcas española hay que pagar la tasa y presentar los datos de registro, la reproducción de la marca y un directorio de clases de productos y servicios. A partir de estos datos se han un análisis, y si la solicitud supera este primer análisis se publica en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial para asegurarse de que no lesiona el derecho de otras marcas. Finalmente se concede esta marca, que tiene una validez de 10 años. Para renovarla basta con pagar las tasas. Puede parecer un proceso algo tedioso, pero merece la pena llevarlo a término, sobre todo después de todo el esfuerzo que hemos realizado para otorgar el valor de marca a nuestro negocio.
A nivel europeo tenemos que dirigirnos a la EUIPO, y el registro tiene efecto en toda la Unión Europea. Una vez publicada la solicitud se abre un plazo de tres meses para que cualquier marca de cualquiera de los 28 socios comunitarios se pueda oponer si afecta a sus intereses. El registro vale desde 850€ (online) o 1000€ (en papel), y la oficina de la EUIPO está en Alicante. En la Oficina de Patentes de Madrid también puedes solicitar la protección -hay que pagar más tasas por el reenvío a Alicante-, que dura 10 años y es prorrogable tantas veces como quieras.
Si quieres un nivel de protección superior porque tu e-commerce se desarrolla a escala mundial, primero hay que realizar el registro de marcas en el sistema nacional -en nuestro caso, la Oficina de Patentes y Marcas de Madrid-, que reenviará la solicitud a la OMPI previo pago de una tasa especial de 180€. La OMPI debe revisar esa solicitud y enviarla a la oficina nacional de cada país, que debe aceptar si se concede la marca o no. Una vez más, la protección dura 10 años prorrogables, aunque tan solo tiene validez en 113 países.
Aunque parezca un largo trámite burocrático, es más fácil de lo que muchos piensan y las ventajas de registrar tu marca son incontables. Seguro que haces una gran inversión en márketing y publicidad para dar a conocer tu marca, así que no escatimes esfuerzos a la hora de protegerlas ya que una marca sin proteger hará que toda esa inversión se pierde cuando alguien hace un mal uso de tu marca.