Si en la mitología griega, a la que tanto debe nuestra civilización, se puede encontrar a un personaje que se le asemeje a un autónomo ese sería sin duda Prometeo.
A este héroe no se le ocurrió otra cosa que quitarles el fuego a los dioses para dárselo a los mortales. Luego recibió una buena zurra de Zeus por su osadía, pero la hazaña ya estaba hecha: a partir de entonces Prometeo simbolizará aquel héroe que quiso caminar solo sin otro dios que él mismo.
Pues algo así pasa con los autónomos: han decidido emprender su propia aventura con su propio fuego, sin tutelas de ningún otro dios – ya sea en forma de contrato laboral indefinido o padrino de las finanzas (esto último puede ocurrir, pero no todos están tocados por esa gracia).
Y quien dice aventura habla también de retos (si no ya no es una aventura; es un puesto de funcionario). Y entre uno de esos retos está el de saber llevar su propia contabilidad.
Y apareció la contabilidad en la nube
Tras la épica, viene también la realidad: sí, le hemos robado el fuego a los dioses, pero se nos abren ahora veinte frentes a la vez y uno siente en ocasiones que no da abasto. Además, Zeus está ahí aguardando.
Por suerte un día – en verdad, hace ya cosa de más de una década – se nos abrió el cielo, y como a otro personaje también griego, vimos la luz: aparecieron los programas de contabilidad en la nube.
¿Y qué implicó esto? Pues bien, si bien es cierto que como autónomo no tienes que afrontar una contabilidad compleja como en el caso de una empresa, eso no quiere decir que puedas prescindir de ella (y, ni mucho menos, que sea sencilla).
Y ahí radica la importancia de los programas de contabilidad en la nube para autónomos. Anota, porque esto es música celestial:
- La contabilidad está a tu alcance. No has de ser un experto contable, no importa si no sabes qué es un asiento contable, el haber y el deber, etc., (aunque saberlo tampoco está de más). Toda esa información está integrada y automatizada en el programa.
- Está en la nube.Puedes acceder donde quieras desde cualquier dispositivo electrónico (PC, portátil, móvil o tableta). Sólo te basta con una conexión a Internet para gestionar tus cuentas. Por lo que olvídate de descargar programas y actualizarlos, pues la contabilidad en la nube se actualiza solita.
- Es más seguro.Todavía nos llaman algunos usuarios preocupados por este aspecto. “¿Y qué pasa si se pierden mis datos? ¿Y si un hacker entra y los roba?”. Es un temor razonable y está claro que nadie – y menos nosotros – te podemos dar una garantía absoluta de que mañana no se dé una hecatombe digital que hunda todos los servidores del mundo. ¿Qué actitud adoptar? La del resto de mortales que viven el día a día sin pensar en esta clase de hipótesis catastrofistas. Y créenos: en más de 14 años que llevamos funcionando – al menos en Debitoor – nadie nos ha hackeado el servidor ni se ha perdido un solo dato.
- Mejora la relación con tu asesor. Que quede claro: los programas de contabilidad en la nube no son el fin de los asesores. Son un aliado. Y sin duda el mejor aliado, pues les aligera el trabajo, lo que redunda en un doble beneficio: para él y para ti. Tu asesor puede gestionar mejor tus cuentas a base de clics. Ya no hace falta desplazamientos ni de esas llamadas de última hora que le dejan a uno el regustillo de una soga colgando del cuello.
- Fácil de usar. Esto último no tiene por qué ser una característica compartida por todos los programas de contabilidad en la nube, porque también los hay para expertos. Pero en el mercado han emergido en los últimos años programas de contabilidad sencillos, pensados para autónomos y pequeños empresarios. Y esos, si están bien hechos y diseñados, suelen revestir menos dificultad que el mecanismo de un chicle.
- Fácil de implantar y puesta en marcha inmediata. Del mismo modo que el anterior, no tienes que rellenar formularios inmensos para instalarte nada. Sólo has de acceder a la web del programa, introducir un e-mail, una contraseña y a empezar.
Todas estas ventajas se resumen en un gran beneficio: te libera de un faenón y permite que dediques más tiempo y energías a la parte productiva de tu negocio.
Y una vez que has probado las ventajas de la contabilidad en la nube, te recomendamos que hagas como ese personaje griego del que hablábamos.
Pero no el de Prometeo, que se llevó una buena tanda de palos al final. Sino el personaje de la caverna platónica: aquel que vio la luz y luego acudió a contárselo a sus compañeros de calvario. Aquellos que siguen encadenados a la hoja de Excel y al documento de Word.