Para todo autónomo, la financiación es una parte esencial para su empresa o proyecto. Si bien existen varios métodos de financiación, muchos optan por pedir un préstamo. Un préstamo online se presenta como una opción sencilla y eficaz. Sin embargo, escoger el préstamo adecuado en función de nuestra situación no siempre resulta sencillo y, a menudo, pueden surgir problemas.
Por ello, en el siguiente artículo, comentamos cuáles suelen ser los errores más frecuentes y cómo evitarlos.
¿Cómo escoger el préstamo adecuado?
Existen muchos tipos de préstamos: con diferentes intereses, cuotas, plazos de devolución, etc. Por ello, es necesario que te informes sobre las opciones que hay en el mercado y valores tanto las ventajas como las desventajas.
Errores principales a evitar
¿Qué errores se suelen cometer al pedir financiación a través de un préstamo?
Pedir un préstamo que no se ajusta a tus necesidades
Lo principal que debes saber es que un préstamo se tiene ajustar a tus objetivos y necesidades. Un gran error es pedir un crédito sin tener en cuenta tus propios factores y situación.
Así pues, el préstamo tiene que ser coherente con la situación económica del autónomo. Por tanto, lo primero es tener claro el motivo por el que quieres solicitarlo.
Quedarte con la primera opción
Una vez que sepas lo que buscas, no te pares en la primera opción que te parezca interesante. Cuantas más alternativas consideres, más posibilidades tendrás de encontrar el préstamo que se adecue a lo que necesitas. Para ello, busca, investiga y compara todas las opciones. De este modo, encontrarás la alternativa perfecta para tu negocio.
No informarte sobre las condiciones y la letra pequeña de los préstamos
Una vez que hayas escogido el préstamo, es necesario que leas hasta la letra pequeña. Debes asegurarte de que estás entendiendo lo que estás firmando y que de verdad es algo que necesitas.
Leer el documento te puede evitar futuros problemas e inconvenientes. Además, no dudes en hacer preguntas al banco o entidad de crédito para quedarte tranquilo y estar seguro al 100%.
No tener clara tu situación financiera
Como autónomo, necesitas tener clara tu situación financiera y tus objetivos, tanto a corto como a largo plazo. Así, podrás pedir un crédito que se adecue a ti y evitar endeudarte.
Para ello, las cuotas e intereses se tienen que elegir en función de los ingresos. Asimismo, lo más recomendable es que la cuota se encuentre entre el 20 y el 30% de los ingresos. De esta manera, conseguirás un equilibrio justo entre lo que pagas al banco y lo que acabas ganando.
No valorar los intereses
Al igual que debes tener presente el porcentaje de la cuota, tienes que considerar el tipo y cantidad de interés. De forma general, tienes que asegurarte de ser capaz de devolver el importe del préstamo. Muchos autónomos no tienen en cuenta estos factores y acaban endeudándose.
No escoger una cantidad adecuada
Como hemos mencionado, tienes que asumir el pago del préstamo. Así pues, la suma de dinero que solicites tiene que ser coherente con lo que necesitas.
Pedir poco dinero no te será rentable y pedir demasiado puede ser un riesgo. En efecto, si solicitas más de lo que requieres, puedes acabar perdiendo grandes cantidades.
No desarrollar un plan de financiación
Pedir un préstamo o un crédito puede condicionarnos de forma considerable. Por ello, como autónomo, es esencial que tengas un plan de negocio y de financiación. Es necesario que tengas claros tanto tus objetivos empresariales como los económicos y financieros. Además, esto demuestra seriedad y representa una garantía para la entidad bancaria. Y, por lo tanto, será más fácil que concedan un préstamo.
Al pedir un préstamo, tienes que tener en cuenta muchos factores. Principalmente, debes solicitar un crédito que se ajuste a tus objetivos y que seas capaz de poder devolver. Si evitas los errores que hemos comentado, ¡encontrarás el préstamo ideal para ti!