Ser autónomo es cuestión de independencia para muchos profesionales. La libertad de trabajar las horas que quieres, donde quieres y poder elegir tus clientes, es para muchos un plus que ningún otro trabajo puede igualar.
Aunque trabajar para ti mismo puede ser todo un reto, siendo sinceros, ofrece oportunidades que no puedes encontrar en otro lugar.
Sin embargo, la libertad también tiene un precio. Y si eres autónomo, debes tener en cuenta ciertos aspectos que otros trabajadores por cuenta ajena dan por hecho. Uno de ellos es tu protección en caso de que no puedas trabajar debido a un accidente. No estamos hablando de un seguro médico con un cuadro de asistencia médica, estamos hablando de asegurarte unos ingresos que te permitan continuar con tu nivel de vida cuando no puedes obtenerlos trabajando.
Los trabajadores del régimen general tienen garantizada una paga en caso de incapacidad temporal, pero ¿qué pasa con los trabajadores autónomos?. Si fueses tú, ¿podrías sobrevivir con tus ahorros hasta que volvieras a tu rutina y ritmo habitual? La respuesta en muchos casos es no. Los autónomos no nos hemos ganado la fama de tener una salud de hierro, de estar hechos de otra pasta en vano. Pero sí, sufrimos accidentes y siempre hay que tener un plan b en la recámara.
Entre las pólizas de seguros que deberías plantearte contratar si eres autónomo, están los planes de protección, que aseguran unos ingresos mínimos en caso de que por accidente laboral o enfermedad común (dependiendo de las coberturas que contrates) no puedas realizar tu labor profesional habitual.
Seguro que ahora te estás preguntando si necesitas uno, y si la respuesta es sí, ¿cuál elegir? ¿Y cuánto te va a costar? Todo depende de las coberturas que quieras contratar y de la cantidad diaria que quieras recibir.
Por ejemplo, el plan de protección para autónomos de MetLife tiene uno de los precios más competitivos del mercado (desde 10,85 euros al mes impuestos incluidos) e incluye un amplio abanico de coberturas tanto económicas como jurídicas (renta diaria por hospitalización en caso de accidente – doble en caso de ingreso en UCI- y es válido en caso de accidentes laborales o en tu tiempo de ocio). Otro punto que hace que este producto sea tan atractivo es que contempla una renta diaria por recuperación tras la hospitalización ya que es muy habitual que necesites algunos días de reposo.
Además, incluye servicios de asesoría jurídica y fiscal así como ayuda para cumplimentar las declaraciones trimestrales de impuestos. Como ves, un plan de protección muy completo que te asegura la tranquilidad en momentos en los que debes centrarte en tu recuperación.
Contratar este tipo de póliza no siempre está relacionado con tener familia y la obligación que tienes de cuidar de ellos. Si un accidente implica que no puedas pagar tus facturas, es un buen momento de plantearte contratarlo. Un pequeño gasto al mes puede suponer una gran diferencia cuando más lo necesites.