Una de las opciones profesionales que ofrece el sector inmobiliario es trabajar como agente de forma autónoma. Puede que al principio no concibas esta modalidad laboral como la primera alternativa. Sin embargo, debes tener en cuenta que este tipo de empleo te ofrecerá mayor flexibilidad laboral y todas las operaciones que realices se convertirán en beneficios económicos para ti.
Ventajas de trabajar como agente inmobiliario autónomo
Si quieres saber cuáles son todas las ventajas que te aportará ser agente inmobiliario autónomo, ¡lo vemos a continuación!
1. Mayor flexibilidad
Actualmente, la mayoría de empleos por cuenta ajena permiten poco margen horario para la conciliación laboral y familiar. Y es que, las largas jornadas en una oficina imposibilitan el poder realizar cualquier otro tipo de actividades durante la semana. Como, por ejemplo, hacer deporte, tener un pasatiempo o dedicar tiempo a tu familia.
Sin embargo, el trabajo como agente inmobiliario autónomo te brindará toda la flexibilidad y libertad horaria que necesitas para conciliar el trabajo con tu vida personal. Es decir, tendrás la opción de planificar tus horarios y pausas como prefieras y no será necesario que vayas presencialmente a una oficina todos los días de la semana.
2. Crecimiento económico
Otro de los aspectos positivos a destacar del trabajo como agente inmobiliario autónomo son las posibilidades de obtener un crecimiento económico real. Esto se debe a que las comisiones que se generan de las ventas de inmuebles suelen ser en exclusiva para el profesional autónomo. Por ello, al emprender por cuenta propia en este tipo de actividad laboral, podrás conseguir incrementar tus ingresos y potenciar el crecimiento económico.
3. Objetivos y metas propios
Al igual que cualquier otra actividad como autónomo, tener un negocio propio tiene la ventaja de que tú eres el que pone los límites y los objetivos. Es decir, podrás decidir el tiempo que quieres dedicar a cada proyecto profesional.
4. Serás tu propio jefe
Uno de los inconvenientes que plantean los trabajadores por cuenta ajena es tener que lidiar día a día con las exigencias de sus jefes. No obstante, al trabajar como agente inmobiliario autónomo, tendrás la gran ventaja de no depender de jefes, responsables o superiores. Al contrario, serás tú mismo el que gestione el negocio, estableciendo los pasos y objetivos a seguir en cada momento.
Inconvenientes de ser agente inmobiliario autónomo
Como cualquier otro trabajo, esta modalidad laboral también conlleva una serie de desventajas. Por ello, es conveniente conocer, entre otras cosas, el encuadre legal del agente autónomo antes de lanzarse a desempeñar esta profesión:
Gastos fijos
Al convertirte en profesional autónomo, tendrás que hacer frente a una serie de gastos fijos y de impuestos periódicos que deberás atender. Estos son, por ejemplo, la cuota de autónomos, los impuestos de Hacienda o el coste del material de trabajo como el vehículo y la oficina.
Además, dentro de estos gastos deberás hacer frente a una inversión inicial a la hora de emprender por tu propia cuenta como profesional autónomo. Sin embargo, para que esto no suponga un problema, lo primero que debes hacer antes de convertirte en agente inmobiliario autónomo es determinar los gastos a los que deberás hacer frente y los ingresos estimados que obtendrás en cada ejercicio.
Inestabilidad del mercado inmobiliario
El mercado inmobiliario es un sector altamente oscilante ya que, el precio de la vivienda puede fluctuar según varíe la coyuntura económica del país. Por ello, ten en cuenta que puede haber meses en los que no cierres suficientes operaciones inmobiliarias y que, al no tener un sueldo fijo, debas hacer frente a los todos los gastos que hemos comentado anteriormente. Tener siempre unas buenas previsiones de gastos e ingresos te ayudará a evitar problemas de cara al futuro.