Cuando hablamos del ahorro para autónomos, pensamos directamente en los gastos que se pueden deducir, en suprimir líneas de teléfono o en reducir el consumo eléctrico del negocio. Pero todos los gastos cuentan en el ahorro, y los gastos hormiga no son ninguna excepción. Sobre el papel, son gastos tan pequeños que no acostumbramos a prestarles atención, pero si lo hacemos veremos que a fin de mes o al cabo de un año representan un importante gasto que nos podríamos evitar.
Definición de gastos hormiga y cómo afectan a los autónomos
Los gastos hormiga son esos pequeños gastos diarios en los que no reparamos y que pueden hacer daño a tu salud financiera, una inversión que nos podemos ahorrar y que supone un gasto considerable cuando los sumamos. El gran peligro de este tipo de gastos frente a la libertad financiera es que no se les suele prestar atención porque a corto plazo tienen una escasa influencia, pero a medio y largo plazo son dañinos para la economía del autónomo y reducen su capacidad de ahorrar.
5 Ejemplos de gastos hormiga y cómo reducirlos
Cuando se habla de gastos hormiga, el café es el ejemplo más recurrente. ¿Cuántos cafés al día pagas? Pongamos que tomas uno a la hora de almorzar y otro después de comer. Dos al día, trabajando de lunes a viernes, son 10 a la semana. Multiplica el precio de cada café por 10 y verás los que gastas semanalmente. Lo que un día parece poco, a la semana es mucho. Por no hablar del cálculo mensual. Pero, no es el único ejemplo de gasto hormiga para los autónomos.
1. Gastos de transporte
Ir a trabajar cada día en taxi o en un VTC no es la mejor forma de ahorrar. Tampoco ir en coche: hay que pagar gasolina, en ocasiones el parking o la zona azul… El transporte público es la mejor alternativa, especialmente si cuentas con un bono mensual -evita los billetes sencillos-. Ir en bici o andando te ayuda a ahorrar más.
2. Control de comisiones
Algunos proveedores de servicios, como los bancos, aplican comisiones. A fin de mes, el gasto en comisiones es considerable así que negocia con el proveedor esa comisión o busca alternativas donde no se apliquen.
3. Agua, snacks, refrescos y menús
Aunque puedes deducirte las dietas de los autónomos esto a la larga puede suponer un gasto que no siempre se controle. ¿Te llevas la comida de casa? Un menú del día a 10€ son 50€ de lunes a viernes. Seguro que llevar la fiambrera de casa es más económico. Lo mismo pasa con el bocadillo para almorzar. Evita acudir a las máquinas expendedoras de snacks o refrescos, y llévate el agua de casa. Si llevas tu botellita, puedes ahorrar unos 200€ al año.
4. Material de oficina
Otro ejemplo de gasto hormiga para los autónomos y al que no solemos darle una gran importancia, pues muchas veces los folios o el tóner para la impresora son gastos imprescindibles. Pero reducir la cantidad de documentos que se imprime o reciclar las hojas impresas únicamente por un lado son decisiones que nos ayudarán a reducir todavía más uno de los gastos más comunes de los autónomos.
5. Servicios web
Hay servicios web que nunca usamos y que están acompañados de una pequeña cuota o comisión, o que se pueden sustituir por alternativas gratuitas. ¿Vale la pena pagar por un programa pudiendo recurrir al software libre o por un hosting que no utilizamos? Aunque sea poco, es un dinero que estamos desperdiciando.
La mejor forma de acabar con todos estos gastos hormiga es cortar por lo sano con ellos. Para identificarlos, durante una semana puedes hacer una lista con los diferentes gastos y a partir de ahí decidir cuáles son prescindibles, cuáles no y si estos tienen alternativas para reducirlos. Son el gran enemigo de los ahorradores, y poco a poco irás notando cómo se reducen los gastos.