El pasado viernes el ICO firmó un convenio con la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (Cesgar) y la Compañía Española de Reafianzamiento (Cersa) para poner en marcha una nueva línea de préstamos para pymes y autónomos, dotada con 1.000 millones y con diferencias respecto a las tradicionales líneas de mediación.
Las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) serán las encargadas del análisis de los préstamos y de aportar el aval para garantizar a las empresas la aprobación de la operación. Cersa, sociedad mercantil ligada al Ministerio de Industria, podrá reavalar las operaciones garantizadas por las SGR. El objetivo del ICO es que se consuman todos los fondos disponibles y ofrecer las mayores facilidades para que el mayor número de pymes y autónomos tengan acceso a los préstamos, algo que no se ha producido en las últimas operaciones.
Esta línea estará dividida en cuatro tramos (inversión, internacionalización, emprendedores y liquidez). En los tres primeros se financiará inversión mientras que en el cuarto se cubrirán necesidades de financiación para capital circulante. El aval de las SGR podrá afectar hasta el 100% del importe del préstamo en las líneas para inversión, internacionalización y emprendedores, mientras que para el caso de la liquidez, el aval solo llegará al 50%. En cuanto a la cuantía de los créditos, pymes y autónomos podrán solicitar hasta un millón de euros en el caso de las operaciones avaladas al 100% y 60.000 si el aval se limita al 50% del importe.
La participación de Cersa se materializará a través del convenio de colaboración que tiene con el Fondo Europeo de Inversiones.