A lo largo del verano el número de pensionistas autónomos creció en 2.756 personas, lo que en palabras de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) supone una situación “altamente delicada”, que se agrava además con la pérdida de unos 3.000 trabajadores por cuenta propia en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. Todo ello implica que se deje de ingresar unos 900.000 euros al mes.
Todos estos datos que se vienen repitiendo durante los últimos años han hecho estallar las alarmas. Este colectivo de autónomos solicita una modificación urgente en el sistema de cotizaciones, que depende de los ingresos netos y que se incremente de manera progresiva. En el caso de aquellos que rebasen los 80.000 euros al año proponen subir la base de cotización al 30%. Supone una solución para detener la sangría que está sufriendo el sistema.
Cada trabajador autónomo jubilado recibe de media unos 630,36 euros al mes, con una cotización media que ronda los 276 euros de la base mínima. Desde UPTA reclaman que se tomen medidas para evitar el colapso del sistema de pensiones y consideran injusto que todos coticen lo mismo sin valorar los ingresos.
Esta organización de trabajadores por cuenta propia, además, ha presentado ante el Ministerio de Empleo un plan que aborda el relevo del medio millón de autónomos que cuentan con 55 años o más y que durante la próxima década se jubilará. Su secretario general, Eduardo Abad entiende que lo más adecuado sería planificar la retirada y su reemplazo de manera ordenada para que no desaparezcan esos negocios que aún se mantienen en funcionamiento.
Proponen que se forme a los jóvenes para que cuenten con la suficiente capacidad para asumir el relevo y manteniendo abiertas esas pequeñas empresas, que por lo general carecen de empleados a su cargo. Además, muchos de esos pensionistas autónomos verían complementada la paga con la renta que obtendrían del mantenimiento del negocio.