Durante los cinco primeros meses del año se le retiró la pensión a unos 2.000 jubilados gallegos que en su día habían trabajado como autónomos, como muestran los datos de la Seguridad Social en esta comunidad. Al parecer, desde el Ministerio de Empleo llevan tiempo detrás de los mayores de 65 años para detectar prácticas de economía sumergida y la retirada de las pagas se debe a las irregularidades detectadas por las instituciones.
Hay muchas personas que se ven obligadas a realizar trabajos extras con el propósito de completar una pensión de jubilación que suele rondar en torno a los 590 euros en Galicia, que es un 60% menos de lo que recibe un trabajador del Régimen General. Esta es una de las infracciones más frecuentes entre los profesionales por cuenta propia.
Desde el Ministerio de Empleo aseguran que no existe un especial interés ni persecución hacia este colectivo. Distintos colectivos de autónomos reconocen que estos hechos están ocurriendo, pero optan por quitarle importancia a este motivo. De momento el Estado ha conseguido ahorrarse hasta un millón de euros con la supresión de estas pagas. Desde la Asociación de Trabajadores Autónomos ATA admiten que cuando un jubilado realiza cualquier actividad profesional y no lo comunica “estaría cometiendo una irregularidad”.
Algunas asociaciones de autónomos prefieren responsabilizar a otros factores la caída del número de pensionistas autónomos, como podría ser no estar al corriente de los pagos a la Seguridad Social o la decisión por parte de los jubilados de regresar al trabajo acogiéndose a la fórmula que le permite compatibilizar la mitad de la prestación por jubilación con un empleo, que puede ser tanto por cuenta propia o como asalariado.
La Asociación de Autónomos y Pequeñas Empresas de la comunidad asegura en La Voz de Galicia que las sanciones a estos pensionistas suele consistir en una retirada de la prestación durante unos meses y no de manera definitiva.