Se trata de un modelo de contratación cada vez más común. Muchas empresas recurren a los ‘falsos’ autónomos para aumentar sus plantillas y ahorrarse un dinero importante en los costes de Seguridad Social y en otras obligaciones. El último caso que se conoce salpica a los fisioterapeutas gallegos, como denuncia el sindicato de enfermería Satse.
No se trata del único colectivo vinculado con el ámbito de la salud que se obligado a pagar una cuota de autónomo para poder desempeñar su actividad para una única empresa. Desde esta organización echan en cara la pasividad de las administraciones, que pese a conocer esta situación no toman cartas en el asunto.
La secretaria autonómica de Satse, Carmen García Rivas, asegura que cuando un fisioterapeuta se da de alta como trabajador por cuenta propia, posiblemente lo haga obligado porque una empresa privada así se lo reclame. De lo contrario no tendría posibilidad de acceder a ese empleo. Explican que con estas técnicas lo único que se consigue en realidad es desprestigiar la labor de estos profesionales de la salud. Desde el sindicato de enfermería estiman que los trabajadores de este colectivo no pueden verse abocados a desempeñar su labor de manera ilegal o como falsos autónomos.
Al parecer, esta situación resulta muy habitual en las grandes capitales, como Madrid y Barcelona, pero también está afectando a otros municipios de menor tamaño. Critican las prácticas abusivas por parte de las compañías privadas y la pasividad por parte de las instituciones que se ocupan de velar por la seguridad en el trabajo y la legalidad. Además de resultar peligrosa la situación para los propios fisioterapeutas que se dan de alta como trabajadores por cuenta propia, también lo es para los pacientes.
En cualquier caso, cada vez son más los sectores que se apuntan a este moda de contratar ‘falsos’ autónomos con el propósito de ahorrarse un dinero sin prestarle atención a la calidad del servicio.