Los universitarios españoles que menos emprenden son los estudiantes de Ciencias de la Salud. Estos se dedican sobre todo al empleo asalariado y principalmente en el ámbito público. Por su parte, los que tienen más iniciativa para el emprendimiento una vez que finalizan los estudios son los alumnos de Ciencias Sociales.
Son algunos datos que se recogen en el estudio ‘Perfil Emprendedor del Estudiante Universitario 2015-2016’ que realizó el Observatorio de Emprendimiento Universitario y que se basó en 14.400 encuestas a alumnos de casi una treintena de centros académicos del país.
Los de Ciencias Sociales, con un 37,4%, se presentan como los más animados a probar fortuna en el mundo del emprendimiento, seguidos por Ingenierías, con un 25%. A una distancia bastante lejana se encuentran los de Ciencias de la Salud y Ciencias Experimentales con un 10,7% y un 6,7%, respectivamente.
Hay ciertos datos que invitan al optimismo, y es que casi el 5% de los alumnos encuestados reconoce que ya ha puesto en marcha su propio negocio. En este sentido, también los de Ciencias Sociales son los más numerosos (40,6%), frente al 7,9% de los de Ciencias de la Salud.
Este informe determina que las características del trabajo para el que están formándose puede influir en estos resultados, sobre todo en lo que se refiere al sector de la Salud. Resulta muy llamativo también las importantes diferencias que hay entre las distintas ramas universitarias en lo que se refiere a percepción de habilidades y capacidad para crear su propia empresa. Casi 4 de cada 10 estudiantes de Sociales se considera capacitado para emprender, pero esta cifra se reduce hasta el 10,3 en la rama de la Salud y en el 6,9% en Ciencias Experimentales.
Con estos datos se puede decir que los profesionales sanitarios optan por los empleos por cuenta ajena y a poder ser en el sector público, mientras que en el resto de ramas se ven obligados en muchas ocasiones a emprender.