Las mujeres se han ido ganado un hueco en el tejido empresarial del país a lo largo de los últimos diez años. El número de trabajadoras autónomas ascendió a finales de 2014 hasta los 1.097.717 personas, que supone un 35% del total de autónomos de España y un 15% del total de trabajadoras en España.
Pese a la crisis se ha experimentado un crecimiento constante en el porcentaje de mujeres con una actividad independiente en comparación con los hombres. A finales de 2009 suponían un 33,49%, en 2010 un 33,90%, en 2011 se alcanzó el 34,22%, en 2012 el 34,51%, mientras que en 2013 y 2014 representaban el 34,84% y el 35%, respectivamente.
Durante los últimos cinco años se han quedado por el camino 54.392 trabajadoras autónomas, que supone el 1,79% del total, mientras que los autónomos perdieron 325.954 trabajadores en el mismo periodo de tiempo, es decir, un 10,78%.
El año pasado, después de cinco ejercicios con pérdidas continuadas en cuanto al número de trabajadores autónomos, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos sufrió un crecimiento de 74.799 personas, de los cuales el 45% pertenecen a mujeres. Esto implica que hubo 34.170 nuevas trabajadoras por cuenta propia frente a los 40.629 hombres.
Desde UPTA creen que se debe poner en valor la resistencia de este colectivo durante los años de crisis, por lo que reclaman un Plan Integral de Apoyo a la mujer autónoma y emprendedora. Entre otras cosas proponen al Gobierno el derecho de jubilación anticipada a los 61 años para aquellas autónomas que lleguen a esa edad siendo beneficiarias de la prestación por cese de actividad; planes de continuidad en aquellos negocios de comercio en los que se pueda sustituir a las mujeres con más de 55 años; e incrementar las bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social en el caso de aquellas trabajadoras que hayan desempeñado las funciones como autónomas colaboradoras en negocios familiares. También reclaman un sistema integral público de microcréditos para satisfacer las necesidades de las jóvenes emprendedoras.