El Plan de Choque contra la contaminación puesto en marcha por el Ayuntamiento “no ha tenido en cuenta a los autónomos y a los que dependen del coche para ejercer su labor profesional”. La presidente de ATA Madrid, Elena Melgar, considera que este colectivo es el gran damnificado por las restricciones de aparcamiento y circulación.
En determinadas zonas de la capital no podrán estacionar en los aparcamientos regulados en superficie los no residentes, una normativa de la que quedan exentos el transporte escolar, los vehículos comerciales, vehículos de personas con movilidad reducida, autotaxis y vehículos 0 emisiones. La prohibición cogió por sorpresa a muchos profesionales y conductores. Los trabajadores por cuenta propia que no tengan un vehículo comercial “se arriesgan a multas o a no poder llegar a cumplir con sus contratos laborales”, explican desde esta organización.
Al problema de los aparcamientos se le une además los enormes atascos que se vienen produciendo durante los últimos días debido a la reducción de la velocidad en ciertos tramos. Algunos autónomos llegaron tarde a su puesto de trabajo, con cientos de pequeños comercios que tuvieron que retrasar sus horarios de apertura. A ello se le une además el caso de los repartidores autónomos, que se vieron obligados a ampliar la jornada laboral hasta en un 30% por no haber cumplido con los pedidos, o el de los taxistas y profesionales que no pudieron cumplir con sus tareas con normalidad.
Melgar reconoce que las horas que pierden los autónomos en atascos les cuesta dinero y en los tiempos que corren no se pueden permitir estas “pérdidas económicas”. Por eso propone que las medidas que se tomen no sean improvisadas y pongan en marcha un “Plan Vial efectivo para Madrid” que acabe con los atajos y la contaminación sin perjudicar a los profesionales que utilicen el coche para trabajar.