Las administraciones públicas tardan en pagar a los autónomos una media de 90 días, el triple de lo marcado por la Ley. Este dato se obtiene de la encuesta trimestral que realiza el Observatorio del Trabajo Autónomo de ATA, que se realiza a trabajadores por cuenta propia proveedores tanto del sector público como del privado.
No obstante, los datos que maneja esta organización de autónomos demuestra como durante este ejercicio las administraciones han hecho un importante esfuerzo para reducir los plazos de pago hasta un 30,2%. En diciembre del año pasado tardaban unos 129 días frente a los 90 de éste, que se traduce en una rebaja de 39 días.
No hay grandes variaciones en lo que se refiere al sector privado, ya que de los 85 días de media para pagar en diciembre de 2013, se ha pasado a los 84 de la actualidad. En ATA valoran de manera positiva todos los esfuerzos por reducir los plazos, tanto en el ámbito público como en el privado, pero ambos siguen incumpliendo la normativa. En el caso de los primeros, están tardando unos 90 días cuando la Ley de Morosidad establece 30 días, mientras que en el sector privado están marcados como objetivo los 60 días. Por lo tanto, el plazo medio de pago de las facturas a autónomos asciende a 87 días, que son casi tres meses.
Las empresas grandes, las que cuentan con más de mil trabajadores, que en teoría son las que lo tienen más fácil para hacer frente a las facturas, sin embargo, continúan siendo las que más tardan en pagar. Llegan a tardar hasta 127 días. En las transacciones entre autónomos, el plazo queda en 57 días y en 61 en el caso de las pequeñas empresas que cuentan con entre uno y nueve trabajadores a su cargo. Queda claro que cuanto mayor es la empresa, más tardan en afrontar sus deudas con los autónomos.