El perfil del autónomo español es el de un hombre de más de 40 años, que desempeña su labor en el sector servicios y que carece de asalariados. Es una de las conclusiones a las que llegó la Federación de Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores (OPA), tras estudiar los datos del Ministerio de Empleo.
Siete de cada autónomos personas física rebasan los 40 años, mientras que el 27,4% se encuentra entre los 25 y 39 años, frente al 2% que es menor de los 25 años. En lo que se refiere a sectores, el 72,9% se dedica a los servicios, frente al 12% que lo hace a la agricultura, el 10,5% a la construcción y el 4,5% a la industria.
El hombre continúa teniendo mucha más presencia en este sector, donde acapara prácticamente dos de cada tres empleos por cuenta propia, con el 65,2% frente al 34,8%. Se aprecia como en los últimos tiempos la población inmigrante se ha hecho un hueco en el mercado laboral español como autónomos. Pese a ello, los autónomos personas físicas de origen español registrados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) representan el 91,3% frente al 8,7% de los extranjeros.
La mayor parte de los trabajadores autónomos, como recoge este informe, no cuentan con empleados. Del total de 1.961.282 autónomos personas física, sólo 420.012 tienen a algún asalariado a su cargo. En gran parte el resto no puede permitírselo debido a los problemas económicos para realizar un contrato y porque posiblemente no disponga de los suficientes ingresos para ampliar plantilla.
En lo que se refiere a antigüedad, por encima de los cinco años sólo se encuentran el 55,7% de los trabajadores por cuenta propia; frente al 9,9% que lleva entre tres y cinco años; el 19,1%, entre uno y tres años, y el 15,2%, por debajo del año. Aunque las cifras no lo reflejen, son muchos los que se ven obligados a cerrar sus negocios durante estos primeros meses de vida debido a la imposibilidad de conseguir unos ingresos suficientes.