El ministerio de Hacienda trabaja en un plan que flexibilice la prohibición de aplazar deudas tributarias a trabajadores autónomos y pequeñas y medianas empresas. En una comparecencia en la Comisión de Hacienda del Congreso, el responsable de esta cartera, Cristóbal Montoro, también hizo hincapié en la intención del Ejecutivo de castigar fiscalmente a las compañías morosas con los proveedores.
Algunas de las últimas decisiones tributarias sacadas adelante por el Gobierno han contado con el rechazo de autónomos y pymes, como ha sido la prohibición de aplazar las deudas tributarias. En muchas ocasiones estos colectivos hacen uso de esta deuda como financiación.
El ministro de Hacienda reconoció que la Agencia Tributaria está centrado en la elaboración de un procedimiento que consiga perjudicar lo menos posible a las compañías y negocios que cuentan con una facturación de IVA más baja, en donde se encuentran sobre todo las pequeñas y medianas empresas, además de los trabajadores por cuenta propia.
La intención es que esto se ponga en marcha lo antes posible, aunque no se concretó una fecha exacta. Distintos colectivos exigen que sea antes de que concluya este mes, el próximo 30 de enero, que es cuando proceden a liquidar el IVA los autónomos.
Otra de las grandes preocupaciones de estos colectivos es la alta morosidad que soportan, sobre todo por parte de las empresas de mayor tamaño. En ese sentido, Montoro tiene previsto poner en funcionamiento una serie de medidas, entre las que se incluirían “penalizaciones en materia tributaria” para los que retrasasen los pagos por encima de los plazos establecidos por ley.
El ministro desgranó las cifras que maneja para los Presupuestos Generales del Estado, que espera consensuar con el resto de formaciones políticas a lo largo de las próximas semanas. El déficit público pasará del 4,6% al 3,1% del PIB, que representa un ajuste de 16.000 millones de euros.