Los presupuestos generales del Estado para el próximo ejercicio incluirán un nuevo método de financiación para los autónomos y pymes, que utilizará los fondos estructurales europeos para facilitar la liquidez de estos colectivos, pero no sólo para nuevas inversiones, sino también para el propio circulante o los gastos corrientes de cualquier empresa. Así lo apuntó el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, durante la sesión de control del Gobierno en el Congreso de los Diputados.
Durante su intervención también mostró su interés por mejorar y perfeccionar el sistema de IVA de caja durante la tramitación de la reforma fiscal 2014. El nuevo instrumento de financiación está siendo de momento consensuado con las distintas comunidades autónomas y se incluirá dentro de un plan de impulso que acompañará a las cuentas estatales para 2015 con intención de apostar por la supervivencia de los autónomos y pymes. Estará dotado de fondos estructurales, es decir préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
En pregunta del diputado de CiU Antonio Picó, Cristóbal Montoro, explicó que más de 22.000 autónomos y pymes, la mitad personas físicas y la mitad personas jurídicas, se habían acogido al sistema de IVA de caja. Con este sistema se pretende evitar el pago adelantado del impuesto en aquellas facturas que aún no han sido abonadas. En el primer año de vida del IVA de caja las cifras no son las esperadas, y se encuentra aún “lejos del potencial” de un sistema que “entre todos estamos aprendiendo a gestionar”. Aseguró que dicho mecanismo se puede perfeccionar durante el trámite parlamentario de la reforma fiscal.
Desde CiU recuerdan que las estimaciones eran de que acogiesen a este sistema en torno a los 2,3 millones de autónomos y pymes frente a las 22.000 que lo han hecho. La incidencia recaudatoria de esta medida ascendería cada año hasta los 983 millones de euros.