Los emprendedores españoles se encuentran con muchos obstáculos a la hora de poner en marcha sus negocios. Así lo recoge el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI). Advierten que las restrictivas regulaciones complican “el crecimiento de las pequeñas empresas”.
Con los datos de la OCDE, este organismo mundial ha elaborado un gráfico en el que España queda en mal lugar, convirtiéndose en el país en donde más barreras se le ponen a los emprendedores, seguido de Islandia, Irlanda, Grecia, República Checa y Eslovenia.
Uno de los principales factores que impide el crecimiento de las compañías son los sistemas de licencias y permisos “muy engorrosos”. En este ranking nuestro país ocupa la tercera posición por detrás de Irlanda y Eslovenia. Otro aspecto que se recoge en el informe son las barreras administrativas a las que se miden los autónomos, en donde España queda en cuarta posición por detrás de Portugal, Grecia y Hungría.
El FMi solicita que se pongan en marcha una serie de ajustes debido a su importante papel en la productividad y el crecimiento de las empresas. Aseguran que “combatir estos obstáculos” permitirían desbloquear oportunidades de crecimiento.
Se recomiendan una serie de reformas para fomentar tanto la internacionalización de las compañías como su innovación, así como una mejora de la competitividad. No obstante, continúan apreciando que los incentivos que se ofrecen para que las empresas puedan crecer aún siguen siendo escasos. Es otra de las asignaturas pendientes que tiene el Ejecutivo. Lamentan que los impuestos se incrementen según el tamaño de las compañías, lo que puede echar para atrás a más de uno a la hora de afrontar el crecimiento de su negocio.
Al parecer los niveles de productividad del país se encuentran en constante caída desde 1990, por lo que añaden que las diferencias entre España y otras economías hay ido ampliándose de manera considerable.