España ganó 92.303 trabajadores autónomos durante el año pasado, que supone la mayor subida interanual desde 2007, según los datos aportados por la Federación de Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores (OPA).
Los sectores del Comercio y de la reparación de vehículos fueron los que más crecieron, al sumar 21.461 nuevos profesionales a lo largo de 2014; seguidos por el sector de las Actividades Profesionales, científicas y técnicas, en el que se dieron de alta como autónomos 17.042 profesionales. También hay que destacar el incremento de trabajadores en la Construcción, que ganó durante los últimos 365 días 9.454 trabajadores por cuenta propia, frente a los 5.348 de la Hostelería.
Todas las comunidades españolas vieron como sumaban autónomos en 2014, siendo Andalucía la que lideró este crecimiento con 19.208 nuevos profesionales por cuenta propia; seguida por Cataluña, que sumó 14.718 autónomos y la Comunidad de Madrid, hizo lo propio con 13.741. Así quedó la lista por comunidades: Comunidad Valenciana (11.260), Canarias (5.604), Galicia (4.352), Islas Baleares (3.747), Murcia (3.153), Castilla La Mancha (3.038), Castilla y León (2.827), Aragón (2.688), Extremadura (1.792), País Vasco (1.633), Asturias (1.529), Navarra (1.132), Cantabria (1.031), La Rioja (373), Melilla (322) y Ceuta (156).
El presidente de OPA, Camilo Abiétar, considera muy positivo que todas las comunidades hayan ganado trabajadores por cuenta propia durante el año pasado. Confía en que este crecimiento se mantenga durante los próximos ejercicios y que 2015 sea el año del “despegue de los autónomos”. No obstante, cree que aún hay ciertos aspectos que se deben mejorar para llegar a esta situación. Aprecia aún la falta de financiación por parte de las entidades bancarias, la economía sumergida, la morosidad pública y unas cargas tributarias muy elevadas.
Solicita tanto a las distintas administraciones como a los colectivos, asociaciones y sectores implicados para que trabajen conjuntamente con el propósito de que estos problemas se resuelvan “por el bien de los autónomos y del conjunto de la economía española”. Hay motivos más que de sobra para ser optimistas sobre el futuro de estos trabajadores.