La clave para el fundador de Bulletproof, David Asprey, para perder decenas de kilos y aumentar su capacidad intelectual en veinte puntos reside en un mayor consumo de grasas. Es tal su pasión por mejorar su cuerpo que asegura haber invertido 300.000 dólares en variar su propia biología (algo a lo que muchos emprendedores no pueden aspirar ya que lo más común es intentar empezar un negocio sin dinero). Ahora su próximo objetivo pasa por imitar el modelo de los Starbucks con su fórmula de café con mantequilla.
Emplea sus conocimientos en ciencia y tecnología para sacar el mayor rendimiento posible a su cuerpo y a la mente. Aunque la propuesta del café con mantequilla suene un tanto grasienta, recomienda a todo el mundo que desayune lo mismo que él, ya que “las grasas y la cafeína estimulan el cerebro”. Después de varios años haciendo pruebas ha llegado a la conclusión de que se necesita seguir una dieta rica en grasas. Como mínimo el 70% de lo que consumimos debe ser grasas, explica Asprey, que advierte que cuando se suprimen de nuestra alimentación estamos “limitando el rendimiento del organismo”.
De momento, este emprendedor ya ha abierto su primer local en donde vende el café con mantequilla y otros productos ricos en grasas, además de suplementos como colágeno de proteína para frenar el envejecimiento. Su propósito es llegar a todos los rincones del planeta siguiendo el ejemplo de la multinacional Starbucks. En un principio sus establecimientos abrirían para servir desayunos, comidas y cenas, adaptando la iluminación a los circadianos, de manera que los clientes puedan estar despiertos durante el día y por las noches no les cueste tanto dormir. Contará con plataformas vibratorias para incrementar los niveles de energía y estimular los flujos linfáticos. Una taza pequeña de su café con mantequilla cuesta 4,25 dólares y el paquete de café Bulletproff de 340 gramos 18,95, más del doble que en el Starbucks. De momento actores y jugadores de la NBA han recomendado su consumo.