Cada vez son más los profesionales que se ven obligados a recurrir al autoempleo para superar la crisis. En los últimos cuatro años se ha experimentado un brutal crecimiento en la afiliación de trabajadores científicos y técnicos (24.944), sanitarios (12.440), profesores (6.604) y profesionales de la comunicación (5.915).
Esto ha provocado en cierta medida el aumento de trabajadores por cuenta propia, que han compensado el descenso de empleo de otros sectores de especial relevancia para la economía como la agricultura, construcción, transportes, hostelería e industria, en donde la pérdida de todas ellas alcanzaron los 55.778 afiliados. Así lo recoge el informe de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
El cambio en el perfil del profesional por cuenta propia va más allá de esto, ya que también se aprecia como la mujer ha conseguido ganarse un hueco en el mercado laboral a través de este sistema. Desde 2011 el número de personas que cotizan a la Seguridad Social bajo el régimen de autónomos creció en 13.115, con 28.098 mujeres más y 14.983 hombres menos.
El sector también sufre una subida en cuanto a cotizantes extranjeros, que han visto incrementar su presencia en este colectivo en un 22% en los últimos cuatro años. Ya hay 30.058 autónomos más, que dejan el total en 167.852 personas.
En este informe elaborado por organización que preside Lorenzo Amor se aprecia como la crisis ha empujado a la precariedad a este colectivo de trabajadores. Un tercio de los profesionales autónomos llevan menos de tres años desempeñando su actividad como independiente y el 16% menos de doce meses. Amor sostiene que uno de los grandes responsables de la recuperación del país son los autónomos, ya que la Seguridad Social ha perdido en esta legislatura 40.000 afiliados, cuando los trabajadores por cuenta ajena contrataron a 142.504 personas como empleadas. Entre los autónomos tradicionales, tres de cada cuatro carecen de asalariados, que son 1,5 millones.