Se habían puesto muchas esperanzas en la Ley de Segunda Oportunidad para los trabajadores por cuenta propia, pero al parecer el “éxito será nulo” como auguran desde la Federación de Asociaciones de Autónomos (ATA).
El presidente de esta organización, Lorenzo Amor, considera que se pierde una gran oportunidad para rescatar a los autónomos que lo perdiesen todo, privándoles de otra oportunidad para emprender de nuevo después de un fracaso empresarial. En su opinión no solo se les debe echar una mano a los trabajadores por cuenta propia cuando “empiezan, también cuando fracasan y han puesto todo lo que tienen para sacar adelante su proyecto”.
Entiende que es un error que no se recoja en ella “las quitas a los créditos públicos a Hacienda y Seguridad Social”. Para ello cree que lo adecuado sería “salvarguando el principal de la deuda, intentando que las mismas se apliquen solo a intereses de demora y recargos ejecutivos”.
En España hay algo más de 3,1 millones de empresas, según los datos facilitados por el DIRCE con fecha de 1 de enero de 2014. Más de la mitad de ellas cuentan con la condición de persona física y ocho de cada diez compañías tienen menos de dos trabajadores. Si nos centramos en el capítulo de procedimientos concursales en los tres primeros meses de este ejercicio, de los 1.560 deudores concursados, sólo 48 eran personas físicas con actividad económica.
Desde los colectivos de autónomos creen que esto no es por una falta de voluntad o de necesidad de los autónomos, más bien todo lo contrario. Entienden que asumen un riesgo personal muy alto y que se exponen a los problemas de financiación y a la morosidad.
Lorenzo Amor lamenta que la Ley de Segunda Oportunidad no responda a las verdaderas necesidades de los trabajadores por cuenta propia, ni tampoco vaya a evitar que muchos negocios se vayan a la quiebra por falta de liquidez.