El colectivo de trabajadores por cuenta propia ya puede ponerse en alerta. Un informe elaborado por el sindicato de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) desvela que las inspecciones fiscales de la Agencia Tributaria se fijan sobre todo en los autónomos, además de pequeñas empresas, pensionistas y trabajadores. Si concretamos un poco más hay que decir que tres de cada cuatro efectivos de Hacienda se centra sobre estos colectivos.
Esto demuestra que hay mucho interés por combatir el fraude fiscal, pero posiblemente no sea muy razonable la obsesión que existe con las pequeñas y medianas empresas, además de los trabajadores por cuenta propia. Hay que decir que la economía sumergida ha aumentado durante los últimos tiempos, sobre todo por la subida de los impuestos y la incidencia de la crisis. Son muchas las personas que no pueden afrontar el pago de las tasas de autónomos, por lo que no tienen otro remedio que trabajar al margen de la ley.
Objetivo: acabar con el fraude fiscal
Una cuarta parte de las operaciones comerciales de servicios y productos que se llevan a cabo en España se hacen con dinero’ negro’, lo que demuestra el papel de la economía sumergida en nuestro día a día. Pero lo que lamentan algunos expertos es que esos controles no incidan también en la fiscalidad y cuentas de las grandes compañías.
Desde el comienzo de la crisis en 2008, España se ha convertido en uno de los abanderados del fraude fiscal. En los últimos cuatro ejercicios el aumento del dinero negro se incrementó en 50.000 millones. También el Gobierno Central ha puesto mucho empeño en acabar con el fraude fiscal. El último movimiento que ha puesto en funcionamiento se trata del Plan anual de control y lucha contra el fradue. Pese a todo ello, las medidas no hacen efecto, y de momento Hacienda solo recibe uno de cada seis euros que descubren.
Más información sobre las obligaciones fiscales de los trabajadores autónomos.