Si hasta hace un tiempo se buscaban profesionales multitarea, los “multitasking”, las tornas han cambiado y ahora lo que mandan son los especialistas. Es una tendencia que se repite generalmente en la empresa, pero los autónomos no escapan a la misma. Es más, nos podemos encontrar con empresas que deciden externalizar determinados servicios recurriendo a trabajadores por cuenta propia ajenos a la misma. Esto genera una serie de incógnitas, como qué ventajas tiene la especialización para un autónomo y cómo debería hacerlo.
Ventajas de especializarte como autónomo
Podemos destacar tres razones para apostar por la especialización siendo autónomo, comenzando por la visibilidad que ganaremos. El hecho de especializarnos en un aspecto determinado nos permite destacar en un campo en concreto, facilitando tu posicionamiento en Google y logrando un factor diferencial, una marca personal trabajada y diferente a lo que ofrecen otros profesionales de nuestro campo.
Cuando una empresa o un particular necesita a un especialista y tiene que elegir entre dos profesionales es más fácil que se decante por el que ofrece un mayor grado de especialización.
La segunda gran ventaja que nos ofrece la especialización es que nos convierte en profesionales más completos, en mejores trabajadores. Nos permite centrar nuestros esfuerzos en un aspecto, y a la vez que adquirimos y reforzamos nuestras habilidades evitamos perderlas en tareas diferentes o que no acaban de gustarnos. La perfección es fruto de la repetición, podremos automatizar u optimizar los procesos de trabajo; y nos aseguramos de involucrarnos en proyectos que estamos plenamente capacitados para abordar.
La tercera gran razón para apostar por la especialización es similar a la primera, pues nos facilita las recomendaciones y esto supone conseguir clientes siendo autónomo. Cuando estamos especializados en un aspecto, nuestros amigos, familiares y conocidos nos podrán recomendar más fácilmente.
La gente debe tener claro a qué te dedicas, así que procura ponerle fáciles las cosas a quien te pueda recomendar. Ser bueno en todo es imposible, un profesional especializado en una rama será más recomendable que el multitarea del que antes hablábamos.
A estas ventajas palpables, hay que añadir la tendencia hacia la especialización en el mercado laboral. La mayoría de las empresas españolas cuentan con menos de cinco empleados, y hay un buen número de empresas unipersonales.
De hecho, los freelance han pasado de interesarse por las grandes empresas más allá de proyectos puntuales a trabajar con pequeñas empresas que ofrecen una mayor estabilidad y un trato más personal que las a menudo frías grandes corporaciones. Así, la especialización nos facilita el contacto con estas empresas que buscan un perfil muy concreto.
Cómo especializarse siendo autónomo
Hay dos canales para que un trabajador por cuenta propia se especialice: la formación en un campo y la práctica. De este modo, la formación continua y el reciclaje nos permiten estar al día en nuestro sector, conocer las últimas novedades y seguir profundizando en nuestra especialización. Ayuda a adquirir nuevas competencias profesionales y reforzar las que ya existen. Respecto a la práctica, lo hemos dicho en el punto anterior: la repetición es el camino hacia la perfección, e insistir una y otra vez en una cuestión nos ayudará a optimizar nuestro trabajo.
También es muy importante destacar que el autónomo debe tener claro lo que quiere, hacia dónde va a orientar su carrera profesional. Cuando nos especializamos, sabemos dónde buscar trabajo, a quién recurrir para hacer networking, etc. En cambio, el multitasking hace que en ocasiones vayamos algo perdidos en este sentido. Convertirte en un experto también implica un mayor nivel de responsabilidad. La clave está en convertirte en esencial para tus clientes, conseguir que no haya un sustituto y que tu aportación sea imprescindible para su éxito.