Las empresas vascas dispondrán este año de una línea de financiación de 2.180 millones que les permitirá hacer frente a sus problemas de liquidez, así como abordar inversiones o facilitar la capitalización de los socios. Toda una inyección de dinero promovida por el Gobierno Vasco y que contará con la participación de las sociedades de garantía recíproca, así como de las entidades financieras, entre ellas Kutxabank, que se ha adherido ya al programa de créditos.
La iniciativa fue presentada ayer por el lehendakari, Patxi López, que compareció en Vitoria acompañado por el consejero de Economía, Carlos Aguirre, el de Industria, Bernabé Unda, y el presidente de Kutxabank, Mario Fernández.
Este programa extraordinario puesto en marcha por el Ejecutivo vasco pretende incentivar la economía y buscar soluciones a los problemas de financiación con que se encuentran las empresas vascas. Con el mismo, se busca garantizar la actividad del tejido empresarial vasco y también mantener el empleo en un contexto de recesión económica. Para ello ha contado con el aval previo de las autoridades comunitarias.
El grueso del programa va dirigido a las pymes -empresas de hasta 250 trabajadores- y autónomos, que dispondrán de una línea financiera de 1.310 millones a través de avales y créditos. El primer paquete consta de la concesión de 550 millones para préstamos a través de las sociedades de garantía recíproca Elkargi y Oinarri, que dispondrán del aval del Gobierno Vasco. De esta manera el Ejecutivo autónomo reactiva una iniciativa que puso en marcha en 2009 para financiar el circulante de las empresas ante la falta de liquidez de las mismas, y que se extendió a 2010. En el primer ejercicio se aportaron 525 millones, que se materializaron en 2.189 operaciones, y en el segundo, 123 millones que permitieron 722 operaciones. Un porcentaje alto de los mismos se otorgaron en forma de crédito con un plazo máximo de tres años en previsión de que la economía se recuperara en ese periodo. Pero la falta de reactivación y la entrada en una nueva recesión ha hecho que el Gobierno Vasco renueve esta iniciativa.
Además de estos avales, el Ejecutivo autónomo firmará un convenio con las entidades financieras para facilitar préstamos y créditos participativos por valor de 660 millones. El Gobierno aporta la concesión de avales hasta 400 millones a riesgo compartido, de modo que que se hace cargo del 60% de cada operación, mientras que del otro 40% se responsabilizan las entidades financieras.
Este programa cuenta ya con la adhesión de Kutxabank, aunque está abierto a todas las entidades financieras, con las que el Ejecutivo ha iniciado contactos y espera que prosperen. No obstante, si ninguna entidad diera el paso el banco de las cajas vascas se compromete a respaldar los 260 millones, aunque Mario Fernández confió en que lo lógico es que no se tenga que dar esta circunstancia.
El tercer bloque de financiación es un aval de 50 millones para inversiones y refinanciación por parte de Luzaro, un instrumento de crédito del Gobierno Vasco que otorga préstamos participativos y que permitirán movilizar hasta 100 millones.