Ocho de cada diez autónomos no llegan a mileuristas, es decir, sus ingresos netos son inferiores a los mil euros. Antes de que estallara la crisis declaraban al año 13.525 euros anuales de beneficios (2007). La declaración de IRPF de 2012, que se presenta en 2013, desvela la caída de los rendimientos netos de los autónomos cayó un 33%, al alcanzar unos ingresos de 9.100 euros. Esta es la cifra más baja desde que la Agencia Tributaria publica estos datos, que tiene su origen en 2003.
Estas cifras vienen a demostrar una vez más que los trabajadores por cuenta propia han sido uno de los grandes perjudicados por la crisis económica, como apunta el presidente de ATA, Lorenzo Amor.
Las estadísticas que maneja la Agencia Tributaria muestran que ocho de cada diez autónomos no llega a los mil euros al mes. Desde el sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) lo achacan al fraude fiscal. Además, esgrimen que el rendimiento neto de los asalariados, con 18.691 euros al año, es muy superior a lo que declaran los autónomos.
En el caso de los trabajadores por cuenta propia, el beneficio que tributa se determina restando los distintos gastos de la actividad económica y las aportaciones a la Seguridad Social. Sin embargo, en el caso de los asalariados, no pueden deducirse gastos y su rendimiento neto hace referencia al sueldo bruto una vez descontadas las cotizaciones sociales y la reducción por rendimiento del trabajo, que por lo general alcanza los 2.652 euros.
Desde ATA recuerdan que el tipo reducido de IRPF al 15% que se aplica a los autónomos desde comienzos de este mes con ingresos brutos inferiores a los 15.000 euros beneficiará a unos 325.000 trabajadores. Esto demuestra que la mayoría de los autónomos factura por encima de esta cantidad, aunque una vez que se deducen los gastos, el rendimiento neto queda en torno a los 9.100 euros de media.