Existen distintas causas por las que se puede subrogar un contrato laboral entre el trabajador y la empresa, aunque generalmente la causa más común es el cambio del empresario o autónomo que firmó la contratación laboral con el empleado, por llegada de la jubilación, etc.
En efecto, sí es posible subrogar un contrato laboral sin ningún tipo de inconveniente para el trabajador, ya que a pesar del cambio del empleador, las condiciones laborales deben mantenerse tal cual.
La subrogación del contrato no implica modificar las cláusulas que definan la relación laboral, como las horas de trabajo, el salario a percibir, o las condiciones de desarrollo de actividad. Los diferentes tipos de contrato de trabajo que posean los trabajadores deberán ser mantenidos por el empresario.
La regulación general y básica que enmarca las relaciones de subrogación laboral, se encuentra en el Art. 44 del Estatuto de los Trabajadores, bajo el nombre de “La sucesión de empresa” .
Qué implica subrogar un contrato laboral
Cuando la empresa decide subrogar, el cambio no implica liquidar el contrato laboral anterior y firmar uno nuevo con condiciones modificadas, en ningún caso.
Si el empleador propone algo similar, enmascarado con la subrogación del contrato laboral, el trabajador podrá denunciar dicha situación como irregular si las cláusulas propuestas no se ajustan a lo deseado.
Además, el empleado no podrá percibir ningún tipo de indemnización, ya que la relación laboral no se extingue con la subrogación. No obstante, si a largo plazo sucediera que el contratante optara por despedir al trabajador, será la última empresa la que estará obligada a pagar la indemnización que proceda.
A modo resumen, podemos decir que el cambio de titular de una empresa contratante, del lugar de trabajo o de la unidad productiva autónoma no extingue por su propia naturaleza la relación laboral hacia los trabajadores, y por tanto, deberá mantener de forma continuada las cláusulas estipuladas en el contrato previo.