El leasing supone una serie de ventajas fiscales para los autónomos que no pasan desapercibidas para los profesionales que apuestan por esta forma de financiación.
En relación con el tratamiento fiscal del leasing, muchos autónomos dudan acerca de qué conviene más si el renting o el leasing.
Evidentemente, cada fórmula es diferente y posee una serie de ventajas e inconvenientes que se deberán analizar con atención antes de apostar por una idea definitiva.
Beneficios fiscales del leasing
Entre los beneficios del leasing para autónomos, que podemos destacar en primer lugar, encontramos los siguientes:
- Se encuentra la posibilidad de disponer de amortización acelerada, para poder compensar aquellas ganancias y beneficios que la empresa haya podido declarar durante los trimestres, y de este modo evitar un pago superior de impuestos.
- Además, al realizar la compra final del bien a través del procedimiento de leasing, el IVA se devenga por cada cuota y no de forma íntegra al principio como sucedería con carácter general. Por ello, la fórmula de leasing puede resultar muy atractiva para los autónomos que no dispongan de posibilidad para compensarlo con rapidez.
No obstante, es importante destacar que para aplicar los beneficios fiscales del leasing existen dos requisitos mínimos:
En cuanto a los requisitos específicos que deben reunir los contratos de leasing para aplicar el régimen fiscal especial descrito, son los siguientes:
- Que el contrato posea una duración mínima de 2 años en caso de que tenga por objeto bienes muebles. Para bienes inmuebles el plazo se amplía hasta 10 años.
- También será necesario que el contrato refleje al detalle la cuota del arrendamiento financiero o leasing, para poder diferenciar la fracción que corresponda a la recuperación del coste del bien frente al gasto de carga financiera.
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