Por error, muchos autónomos creen que solo pueden deducirse aquellas compras para las que poseen una factura. Pero la realidad es bien diferente, porque existen una serie de gastos que son deducibles sin factura, aunque para demostrar esa compra solamente tengamos un comprobante de pago o un ticket.
¿Cuáles son este tipo de gastos? Vamos a estudiarlos con detenimiento a continuación.
Compras deducibles sin factura
Por un lado, tenemos la cuota de autónomos que es deducible con tan solo aportar el recibo del cargo bancario. No existe una factura como tal que implique este tipo de pagos.
Siguiendo en la misma línea, nos encontramos con el gasto por las nóminas de los trabajadores. Así, a la hora de demostrarlas, tan solo será necesario aportar el justificante de la transferencia bancaria o bien una copia de la nómina que ya esté firmada por el empleado.
Dentro del grupo de gastos deducibles sin factura también encontramos el tema de los seguros para autónomos vinculados a nuestra actividad, como el seguro de responsabilidad civil. Y es que, es frecuente que las compañías aseguradoras no nos brinden factura por los servicios, pero eso no implica que no podamos incluirlo como gastos de trabajo.
En ocasiones, a causa de todas las transacciones bancarias, acumulamos una gran cantidad de comisiones que también son deducibles sin necesidad de aportar ningún tipo de factura. Con tener un recibo que acredite este gasto será suficiente.
Algo similar sucede con las cuotas de los colegios profesionales. Tanto si eres psicólogo, asesor, médico privado… necesitas estar colegiado para poder ejercer tu actividad. Pues bien, este tipo de pagos tampoco llevan aparejados la emisión de una factura y sí son deducibles.
Como puedes comprobar, existen una serie de gastos deducibles sin factura. Estar al tanto de ellos es clave para mantener de forma óptima tu contabilidad.