Existen distintos tipos de autónomos, cada uno de ellos con una serie de características a nivel fiscal y laboral. Por eso, en muchas ocasiones, cuando el profesional todavía carece de un largo recorrido o no tiene clara su actividad profesional, se siente perdido ante el gran panorama de opciones que se presenta ante él.
El aspecto que iguala a todos los autónomos es el hecho de tener que cotizar en el Régimen de Seguridad Social de Trabajadores Autónomos (RETA). Este detalle es igual en todos los casos, e incluso en los autónomos societarios que son administradores de una sociedad mercantil.
Cómo elegir el tipo de autónomo
A la hora de escoger el tipo de autónomo que quieres ser, es importante que te plantees cuál va a ser la actividad profesional que piensas desarrollar, para identificar cuál de ellos se ajusta mejor y encuadrar tu régimen fiscal.
- Trabajadores Autónomos: Este grupo engloba a todos aquellos profesionales que realizan actividades empresariales del IAE, como los autónomos taxistas, transportistas, dueños de bares y talleres o los pertenecientes al sector de la construcción y al de los artistas.
- Profesionales Autónomos / freelance: Por el contrario, en este grupo se encuentran aquellos que desarrollan su trabajo en base a profesiones liberales y que pueden estar colegiados (tal es el caso de psicólogos, médicos, etc.) o no (como publicistas, programadores, etc.). Si el autónomo va a desarrollar su actividad en casa, se suele denominar “freelance”.
- Empresarios Autónomos / societarios: En este caso, el profesional también es el encargado de administrar una sociedad mercantil para la que pone a su servicio su trabajo de gestión.
- Trabajadores Autónomos económicamente dependientes (TRADE): El autónomo dependiente es una figura muy interesante para los autónomos que facturen a un solo cliente el 75% de sus ingresos o más. Conlleva características fiscales y de actividad propias.
- Autónomos agrarios: Para los profesionales dedicados al sector de la agricultura como actividad profesional.
- Otros tipos: Dentro de este grupo encontramos los autónomos colaboradores, los que participan como socios en cooperativas, los comuneros y los socios industriales.