Los pagarés y los cheques son productos que pueden contar con ciertas similitudes. No obstante, existen algunas diferencias clave que tienes que tener en cuenta.
Principales diferencias entre los cheques y los pagarés
La principal diferencia entre un pagaré y un cheque la encontramos en la determinación del momento en que puede realizarse el cobro. Así, mientras que cuando se emite el pagaré ya se fija el momento exacto en que podrá cobrares, en un cheque no ocurre así, pues el mismo es pagadero a la vista.
Otra diferencia interesante radica en que el titular del pagaré podrá ordenar la devolución del mismo sin las limitaciones que se encuentran en los cheques, que son bastantes. Asimismo, tampoco existe la obligación de pago parcial por parte de la entidad.
El pagaré permite que la persona que lo emite pueda establecer una fecha futura de pago. Por otro lado, también permite que la persona que lo recibe pueda descontar su importe en su entidad bancaria antes de su vencimiento. Así, los pagarés son bastante más específicos para el tráfico mercantil que los cheques, pero además, también son aceptados en la operativa entre particulares.
Por último, hay que recordar que el pagaré, al igual que ocurre con el cheque, permite la opción de ser avalado por una tercera persona que deberá ser en todo caso especificada. Este aval servirá para garantizar el cobro, ya que se podrá ejecutar el cobro en caso de que el librador no tenga fondos en el momento justo del pago.