Cómo tomar la decisión correcta para mi negocio. Tomar la decisión adecuada en el momento adecuado es fundamental para el éxito de nuestro negocio. Sin embargo, a diferencia de lo que pasa en las empresas, estamos solos ante el peligro. Un autónomo tomará las decisiones profesionales en solitario, y la mayoría de veces deberá hacerlo rápidamente, sin poder plantearse y valorar los pros y contras de su decisión. La precipitación como autónomos nos puede llevar a una situación de no retorno, a un callejón sin salida. Por eso, es importante tomar las decisiones partiendo de una base sólida.
Decisiones que tiene que tomar un autónomo en su negocio
A lo largo de su trayectoria, un trabajador por cuenta propia deberá tomar infinidad de decisiones. La primera de ellas es dar el paso y darse de alta como autónomo, y aquí ya encontramos la primera dicotomía: ¿autónomo o sociedad? Ambas opciones tienen sus pros y contras, aunque es preferible la figura del autónomo siempre que los beneficios sean inferiores a 45.000€ anuales. Otro escenario donde es preferible registrarnos como sociedad es en caso de necesitar inversiones importantes. Es más fácil que los bancos inviertan en una sociedad que en un profesional.
Elegir fuente de financiación es otra de las decisiones clave del autónomo. Ten en cuenta que se trata de una decisión que puede lastrar tus resultados durante mucho tiempo. Por eso, conviene analizar un diagnóstico empresarial y las diferentes opciones disponibles, los intereses que aplican, posibilidad de reestructurar la deuda, etc. Fijar los precios, la estrategia de publicidad y promoción que seguiremos o incluso el horario o la localización del negocio son otras decisiones importantes que tomaremos al principio; pero el día a día de un autónomo está lleno de decisiones. Estas son algunas claves para acertar:
- Análisis de la situación: en primer lugar, hay que analizar la situación en la que estamos, y que nos obliga a tomar una decisión. Conocer el contexto y las implicaciones que tendrá la elección final nos pueden ayudar a tomar la decisión correcta. No podemos pasar por alto las condiciones ni la situación actual del negocio.
- Identificar y analizar opciones: ya conocemos el problema que hay que afrontar, así que toca buscar alternativas o soluciones para afrontarlo. Hay que tener en cuenta todos los escenarios posibles, con sus pros y sus contras. Compararlas nos ayudará a hacernos una idea de lo que es más conveniente para el negocio. No olvides el análisis de las consecuencias: aunque consigamos el objetivo, seguro que la decisión tiene unos efectos secundarios, por ejemplo el endeudamiento o el coste de implantarla.
- Criterios de toma de decisiones: en el caso de los autónomos, nos basaremos en nuestra experiencia para tomar la decisión correcta. Cuanta más experiencia tengas, más fácil te resultará acudir a tu intuición… aunque esta no siempre funcione. Una posibilidad que no podemos descartar es recurrir a la ayuda externa. Si no dominas un tema, deja que te asesoren. Tampoco hay que perder de vista la opción de analizar qué hace la competencia y tratar de imitar su forma de actuar.
Si tomas las decisiones de forma correcta, podrás identificar un buen número de opciones y te será más fácil tomar la decisión correcta. En caso de tener trabajadores a tu cargo, puedes incluir a los colaboradores en la toma de decisiones. Al menos, a los más experimentados. Es una forma más de ejercer un buen liderazgo, aunque es cierto que la toma de decisiones final se puede retrasar un poco más.
Una vez aplicada la decisión final, es importante analizar los resultados obtenidos. Por una parte, nos permite saber si hemos tomado la decisión adecuada o no. Por otra parte, ayuda a saber si el proceso de toma de decisiones ha funcionado o dónde están sus posibles lagunas.