España es un país de bares, siendo una de las oportunidades más socorridas para el autoempleo. Sin embargo, detrás de cada bar hay una importante inversión. Si estás pensando en abrir un bar, un restaurante, una cafetería, un pub o un local similar, debes conocer la inversión mínima necesaria para abrirlo y los gastos que deberás afrontar, tanto los fijos como los variables. A partir de ahí puedes empezar a hacer números: cuánto necesitarás invertir para convertirlo en realidad, las expectativas que tienes y si se trata de una inversión rentable o no.
Inversión básica para abrir un bar en España
La primera inversión será el local donde abriremos el bar. Puede llegar vía traspaso, franquicia, alquilando o comprando un local libre, cada modalidad con una inversión concreta. Según el estado del local, también habrá que hacer una reforma inicial y la compra de equipamiento básico. A ello hay que sumar los requisitos de apertura: tener licencia de actividad, contar con las medidas de seguridad correspondientes, salida de humo, cumplimiento con la normativa sanitaria y de higiene o de accesibilidad…
Si es un bar de copas, a estos gastos hay que sumar los relacionados con la insonorización de local o el control de acceso o la licencia de apertura y actividad, entre otras. A todos estos gastos hay que añadir, como no podía ser de otro modo, el alta en autónomos.
Así, la inversión inicial depende de varios factores, pero fácilmente hablamos de más de 12.000 euros sin contar con el local. Un último aspecto a tener en cuenta para ahorrar al montar un bar es la existencia o no de cocina. Si la hay, hablamos de un gasto adicional que deberás afrontar.
Gastos fijos y variables de un bar
Solventada la inversión inicial de esta idea de negocio para emprender como autónomo, Debes crear un plan de negocio, plantear el presupuesto y analizar la puesta en marcha del negocio como autónomos. Y como pasa con cualquier otro negocio, un bar tiene unos gastos fijos y variables que deberemos afrontar mes a mes.
Según el tipo de establecimiento que pongamos en marcha, tendrán un peso mayor o menor. Ten en cuenta que incluso antes de poner en marcha el negocio tendrás que hacer frente a estos gastos. Una vez te has hecho con el local, empiezan los gastos fijos. Pero también necesitarás algunos de los variables para que el negocio empiece a funcionar.
- Gastos fijos: como su nombre indica, hace referencia a todos los gastos que se repiten mes a mes en nuestro negocio. El más evidente es el alquiler del local -o pago de la hipoteca-, pero hay más. La luz, el agua o el gas son gastos fijos-variables. Todos los meses deberemos abonarlos, aunque de un mes a otro el precio puede oscilar. En este capítulo también se incluyen el sueldo del personal, las tasas por uso del espacio público si tenemos terraza, el pago del canon por poder emitir partidos de fútbol o el coste de amortización de las instalaciones.
- Gastos variables: están relacionados con la materia prima necesaria y el personal que tenemos. En líneas generales, a más facturación, más gastos variables. Se estima que el margen recomendado para esta partida debe oscilar entre el 30% y el 40% de la facturación mensual, aunque para obtener un buen margen de rentabilidad operativo debería oscilar entre un 10% y un 20% de la facturación.
A partir de aquí, podemos analizar si vale la pena o no abrir el bar. Contar con una buena planificación, un estudio de mercado realista nos ayudará a tomar la mejor decisión. No olvides que es fundamental conocer cómo funciona el sector, los clientes y hacer una buena planificación financiera: si no hacemos un uso adecuado de los recursos que tenemos, nos costará mucho poder consolidar el negocio. Sin una buena planificación, la inversión puede ser muy ruinosa.