Se acerca la Navidad, uno de los momentos de más ventas del año pero también días para descansar y estar en familia. Como es habitual, llegan los problemas para planificar las vacaciones de los autónomos. Lo mismo que nos pasa en Navidad nos pasará en otras fechas como la Semana Santa o el verano: ¿cerramos nuestro negocio o lo mantenemos abierto? Ambas opciones tienen sus pros y sus contras, así que planificar las vacaciones de Navidad como autónomo es muy importante. También hay que tener en cuenta la actividad profesional que desarrollamos: no es lo mismo un bar que una asesoría fiscal.
Consejos sobre la organización de las vacaciones del autónomo
Salvo casos en los que tengas a alguien trabajando en tu negocio, un día de vacaciones es un día que el autónomo no factura. Pero a pesar de no tener actividad laboral, los gastos no se detienen, aunque existen una serie de gastos deducibles en Navidad que debes aprovechar. Por eso, no podemos dejar la planificación de las vacaciones para el último día.
Conocer cómo funciona el mercado en nuestro sector y las diferentes tareas que tenemos pendientes será clave para disfrutar de nuestras vacaciones navideñas o veraniegas sin que suponga un importante golpe financiero para nuestro proyecto como trabajadores por cuenta propia.
Antes de irte de vacaciones, es importante planificarte bien la gestión del tiempo y adelantar el trabajo que sea posible. Lo ideal es irnos de vacaciones con las tareas más importantes completadas. Definir las tareas a completar y ordenarlas según la prioridad será clave. Siempre nos podemos fijar una fecha tope para ir completándolas y asegurarnos de que se cumplen los objetivos.
Decir no a un cliente es difícil, pero hay un punto en que debemos elegir entre negocio y bienestar mental y personal. Por eso, hay que ser realistas y rechazar aquellos encargos que no estemos seguros de poder entregar a tiempo.
Otro aspecto importante es pagar las facturas por adelantado. Por ejemplo, si pagas el día 25 de cada mes, que en diciembre coincida con Navidad, puedes pagar unos días antes. Así, evitamos caer en impagos y nos vamos de vacaciones con una preocupación menos. Una de las cosas que podemos hacer es avisar a los clientes de que estaremos unos días de vacaciones. Si tienen empatía, no acudirán a ti esos días. Puedes programar un correo electrónico automático para que, si te escriben, sepan hasta cuándo estarás fuera.
A pesar de todo, es imposible que un autónomo desconecte al 100% de su negocio. Es más, incluso un domingo por la tarde podemos estar pendientes del móvil o el correo electrónico. Por eso, durante los días de vacaciones, puedes reservar un momento determinado para atender llamadas, mensajes, e-mails de trabajo o atender las redes sociales. Restringir esas actividades a un momento concreto te permitirá disfrutar el resto del día de tus vacaciones, especialmente en unas fechas tan señaladas.
Qué días cerrar mi negocio en vacaciones
Igual que pasa en el mes de agosto, la actividad se reduce considerablemente durante las vacaciones navideñas. Más allá de la restauración, regalos y ocio (cines, teatros), la mayoría de negocios cierra sus puertas en Navidad o reduce sus horarios. De hecho, reducir el horario de trabajo te permitirá disfrutar en cierto modo de un mayor descanso sin tener que cerrar por completo tu negocio. No serán vacaciones propiamente dichas, pero tampoco trabajarás al 100%. Es un mal menor.
Días como Navidad, Año Nuevo o Reyes no tiene demasiado sentido que tu negocio esté abierto, a no ser que te dediques a sectores como los que hemos citado anteriormente. Algo parecido pasa las tardes de Nochebuena y Nochevieja o el 5 de enero, con los Reyes Magos recorriendo las calles. Si tienes la oportunidad de delegar tareas en los trabajadores a tu cargo, puedes planificar las vacaciones de la plantilla -incluidas las tuyas- de modo que el negocio no quede nunca desatendido y todos podáis disfrutar de algún día de descanso.