Podríamos decir que en cierto modo el perfil de un comercial se asemeja al de los autónomos, pues a menudo el sueldo final de un comercial depende de las comisiones por las ventas que cierre. Eso sí, hay una gran diferencia: el comercial por cuenta ajena tiene un sueldo base garantizado, aunque sea bajo y esté condicionado por el cumplimiento de objetivos y el cierre de tratos. Pero, también nos podemos encontrar con comerciales autónomos, profesionales que trabajan por cuenta propia y que deben tener una serie de capacidades para ser profesionales de éxito.
Tipos de perfiles comerciales autónomos
Existen diferentes tipos de contratos para los comerciales y en base a eso diferentes perfiles. Si te quieres averiguar cómo es tu profesión si eres un comercial autónomo, sigue leyendo y descubre las tipologías de perfiles comerciales que existen, a cuál te puedes adaptar y mucho más:
- Agente libre: cuentan con una extensa lista de clientes y contactos. Suelen comenzar vendiendo con frases de venta un producto, y poco a poco van aumentando la oferta. Para ello, es muy útil aprender a identificar las necesidades del consumidor. A las empresas les gusta la rapidez con la que venden, por eso los eligen.
- Agente libre especializado: aunque trabaje con diferentes productos o servicios, está especializado en una actividad determinada. Esto le permite tener una base de clientes habituales que acabarán por comprarles más productos, además de generar más confianza. Eso sí, no deberían ofrecer productos que compitan entre sí.
- Agente libre sectorizado: en vez de especializarse en un producto o servicio, se especializa en un sector. De este modo, vende productos que se complementan entre sí. Refuerza la imagen de especialización, pudiendo generar ventas recurrentes que le ayudarán a crecer más y reforzar sus ingresos.
- Agente de nicho: este tipo de comerciales tienen una amplia experiencia y muy buena relación con grandes compradores, de modo que aportan un gran valor en los clientes. Una sola venta puede generar importantes ingresos en forma de comisión, de modo que no necesitan invertir tanto tiempo en el trabajo. Son el perfil de comercial autónomo más valorado por las empresas.
Habilidades para ser un comercial autónomo
Realmente, las habilidades de un buen comercial autónomo son similares a las del asalariado que trabaja como comercial. Orden y planificación siempre son importantes, en especial cuando uno trabaja de forma autónoma; y hay que tener don de gentes.
Es verdad que ser vendedor en tiempos difíciles no es sencillo y aunque la etapa sea estable, tampoco. Por ello, la capacidad de empatizar con nuestro interlocutor y unas buenas relaciones públicas siempre ayudan, igual que la tenacidad. Si no es así, nos costará horrores llevar a cabo las acciones comerciales o cerrar una venta o acceder a nuevos clientes y fidelizarlos.
Un buen comercial autónomo debe ofrecer una buena imagen a sus clientes. Esto incluye tanto la presencia como la honestidad. No podemos mentir al cliente, hay que vender productos en los que confiemos. Por esta misma razón, hay que ser expertos en nuestros productos o servicios y los de la competencia.
La puntualidad es otra habilidad muy valorada por los clientes, cuyo tiempo hay que respetar. Por último hay que hablar de la capacidad de mejora constante y adaptación a los cambios.
Cuándo es recomendable trabajar de agente comercial como autónomo
Muchas empresas prefieren contratar comerciales autónomos antes que incorporarlos a su plantilla para aligerar masa salarial. Es una práctica que encontramos en otros muchos campos, lo que genera LA PREGUNTA, en mayúsculas: ¿merece la pena ser comercial autónomo? Ten en cuenta que estos profesionales deben hacer frente a gastos fijos como la cuota de autónomo, sin tener unos ingresos fijos determinados.
Todo depende de las condiciones que nos ofrezcan. El sueldo de estos profesionales se divide en una parte fija y otra que depende de las comisiones. Lógicamente, la base del comercial autónomo será inferior a la del comercial asalariado, pero hay que valorar aspectos como kilometraje, dietas u otras cuestiones que puedan ofrecernos.
Y también la cartera de clientes. Si cuentas con una buena cartera de clientes y experiencia, puede ser el momento de emprender y convertirte en comercial autónomo.