Una de los principales inconvenientes que hacerse autónomo tiene es que un cliente no te pague un servicio o trabajo. Por ello, es importante que los autónomos sepan afrontar los impagos. La morosidad es uno de los grandes problemas de la falta de liquidez de las empresas. Algo más del 5% de las operaciones comerciales resultan impagadas y los principales damnificados de todo esto son las pymes, autónomos y microempresas. Para garantizar la supervivencia de miles de negocios es preciso que los trabajadores por cuenta ajena sepan gestionar bien la situación y sean capaces de prevenirla.
Consejos para hacer frente a los impagos
A continuación te damos una serie de consejos para evitar los impagos:
- Hay que adoptar una actitud fría y eficaz. No dejes que pase el tiempo. Actúa lo más rápido posible.
- Siempre que puedas intenta escoger a los clientes, ya sea mediante informes financieros o por otros empresarios. No te dejes engañar por las apariencias y descarta trabajar con clientes morosos e insolventes. A la hora de cerrar una operación comercial hay que dejar bien claro las condiciones de pago.
- Un primer impago puede parecer algo circunstancial, pero también implica el primer síntoma de insolvencia.
- Realiza un seguimiento en profundidad del cliente. No confías en exceso en sus peticiones de aplazamientos en los pagos. Intenta conocer los motivos que le llevan a dejar de pagarte, su nivel de endeudamiento o los proyectos de expansión que tiene en mente.
Cuando aprecies los primeros síntomas de morosidad hay que actuar con rapidez. En el caso de que el tiempo transcurrido desde la obligación de pago se encuentre por debajo de los 30 días, las posibilidades de cobrar se sitúan en el 98%. Sin embargo, esta cifra se reduce a menos del 30% cuando ha pasado más de un año. Procura documentar la deuda con toda la documentación que tengas a mano, ya sean justificantes de envío, facturas o albaranes. Siempre ponte en contacto con la persona de mayor autoridad, la que debe de afrontar el pago.