La formación y la acreditación de competencias son una parte fundamental en el currículum de los trabajadores. Sobre todo en un mundo en el que la exigencia de títulos que verifiquen las habilidades profesionales está a la orden del día.
Por esta razón, son muchas las personas que deciden dedicar un período de su vida a obtener un título, como el certificado de profesionalidad. Pero a la hora de acceder a ellos o realizarlos, se encuentran con que no saben que diferencias existen entre la formación profesional y el certificado de profesionalidad.
El certificado de profesionalidad depende de la administración de trabajo o empleo, mientras que la formación profesional depende de la administración de Educación. Además, en el caso de los certificados de profesionalidad, es el Servicio Público de Empleo el que organiza los cursos. En cambio, los títulos de Formación Profesional se obtienen mediante la realización de ciclos formativos de grado medio y superior. Son las consejerías de las comunidades autónomas las que los organizan, ya que tienen competencia en educación.
El perfil de los alumnos y a quién van dirigidos cada título son los que marcan la principal diferencia. Los trabajadores, mayoritariamente desempleados, aunque también ocupados, realizan los certificados de profesionalidad. Acceden mediante su demanda de formación y cumplen los requisitos mínimos establecidos. En cambio, los estudiantes que realizan la formación profesional tienen el nivel académico que se exige para cada grado o han superado la prueba de acceso correspondiente.
Certificado profesional y carné profesional
¿Es lo mismo el certificado profesional que el carné profesional? Esta es la pregunta que se realizan muchas personas cuando acreditan su experiencia o acceden a la formación. Y la respuesta es no.
Mediante la obtención del certificado profesional, el trabajador puede acreditar que posee ciertos conocimientos y experiencia profesional, que le avalarán para desempeñar sus tareas. Pero este título oficial no es lo mismo que el carné profesional, el cual es obligatorio para ejercer determinadas profesiones, como puede ser la de instalador de gas.