En ocasiones, los acuerdos comerciales que realizan las empresas pueden llevar a una acumulación de deudas y declarar nuestro negocio como insolvente. Ante esta situación, podemos recurrir al concurso de acreedores voluntario que permite congelar el pago de los créditos y evitar que las deudas de los trabajadores autónomos o particulares alcancen sus bienes propios o, incluso, ser acusados de un delito de insolvencia punible.
El concurso de acreedores voluntario es el presentado por el propio deudor, no por el acreedor, para hacer frente a una situación de insolvencia, más todavía cuando ya es inminente o no se ha llegado al impago de los acreedores. En caso de que el deudor sea una entidad con existencia de órganos pluripersonales o colegiados con toma de decisiones, el encargado de declarar el concurso de acreedores voluntario será el órgano de administración o de liquidación.
Requisitos para solicitar el concurso de acreedores voluntario
- Tanto las empresas (personas jurídicas), como los autónomos (personas físicas) pueden instar al concurso de acreedores voluntario estén o no inscritas en el Registro Mercantil.
- El deudor debe solicitar el Concurso de Acreedores en un plazo máximo de dos meses desde el momento en que tiene conocimiento de su insolvencia.
- Para poder ser declarado como concursado, debe existir un verdadero estado de insolvencia debidamente justificado.
- La insolvencia puede ser actual o producirse de forma inminente en un futuro próximo. En ambos casos, debemos demostrar la situación de insolvencia ante el Juzgado encargado del concurso de acreedores.
Ventajas de la solicitud del concurso de acreedores voluntario
- Las demandas recibidas por los autónomos se paralizan y, además, no pueden interponer nuevas demandas.
- Las deudas no perjudicarán a los bienes propios del deudor o no producirán intereses.
- El concurso de acreedores permite congelar el pago de los créditos.
- No supone la desaparición de la empresa o del trabajo del autónomo sino que el concurso de acreedores está pensado para su continuidad.
- El concurso de acreedores voluntario permite a los gestores seguir al frente de la empresa, aunque sus decisiones pueden ser vetadas por el juez.
- Permite llegar a un acuerdo con los acreedores para reducir la deuda, quitarla o retrasar el pago de la misma.