En los últimos días se ha manejado la posibilidad de que el IVA cultural volviese a bajar hasta el 10%, lo que ha provocado la reacción de distintos colectivos de autónomos, que también reclaman unas condiciones similares en el caso de que prospere la rebaja en la carga impositiva.
Durante los últimos meses las peluquerías han denunciado el ‘ahogamiento’ que sufrían con este impuesto, pero los últimos en manifestarse han sido los trabajadores autónomos y empresarios vinculados a las clínicas veterinarias. Los profesionales de estas clínicas han sufrido una importante pérdida de ventas a raíz de la subida del IVA en diciembre de 2012, cuando se pasó del tipo reducido del 8% al general del 21%. Son muchos los que han tenido que cerrar sus negocios, pero otros se han visto obligados a despedir a trabajadores para poder sobrevivir.
Advierten desde los distintos colectivos de clínicas veterinarias, que este incremento de la carga impositiva ha provocado un empeoramiento en la sanidad de las mascotas, que hasta ese momento atravesaba por un momento de estabilidad. Consideran que el aumento de los precios ha echado para atrás a muchos dueños de animales, que únicamente recurren a ellos para los servicios de atención más básicos y que resultan imprescindibles.
Una situación similar ocurre en el sector de las peluquerías. A raíz de la subida en trece puntos de este impuesto se han cerrado 5.600 establecimientos y se han suprimido en torno a los 14.000 empleos durante el año pasado, según los datos que manejan. Estas cifras negativas las atribuyen al IVA, ya que no se veían capacitados para asumir el peso del impuesto sobre la facturación.
Estos colectivos, apoyados por algunas organizaciones de autónomos, reclaman al Ejecutivo que se vuelva al tipo de IVA reducido y se suprima el 21% para ellos. Esos puntos de diferencia les han acarreado muchas pérdidas.