Los trabajadores autónomos están llamados a liderar la recuperación económica del país. De hecho, a lo largo de 2014 se han convertido en una figura esencial para rebajar las listas del paro. Se comienza este ejercicio con una serie de cambios en materia de fiscalidad, contratación y de tributación que prevén 180.000 nuevos autónomos en 2015.
Así lo destaca el secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Sebastián Reyna, que define a este colectivo como los principales “creadores de empleo“.
El comienzo de año servía para que entrase en vigor la reforma fiscal que afecta en gran medida a los trabajadores por cuenta propia. El IRPF baja para ellos en dos puntos, del 21 al 19%, y en 2016 continuará descendiendo hasta el 18%. A todo esto se le añade que desde el pasado mes de julio los autónomos con rendimientos por debajo de los 15.000 euros cuentan con unas retenciones del 15%.
También se amplía hasta finales de marzo el plazo de capitalización del paro al 100% para los mayores de 30 años. En estos momentos sólo se permite cobrar en un único pago todo o parte del importe que les resta de la prestación por desempleo para montar su propio negocio a los hombres menores de 30 años y a las mujeres con menos de 35 años.
El Ejecutivo también se centra en la ampliación de la tarifa plana de 50 euros a los trabajadores por cuenta propia que contraten a menores de 30 años, una medida que ha tenido una buena aceptación entre los profesionales. Pero no todo son buenas noticias, ya que el comienzo de 2015 ha supuesto la eliminación de la rebaja del 20% sobre el rendimiento neto por creación y mantenimiento de empleo, que según los cálculos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) implicará la pérdida de unos 700.000 puestos de trabajo. Sin lugar a dudas un retroceso para los autónomos.