El pasado noviembre el volumen de efectos comerciales impagados ascendió a 240 millones, lo que representa una caída del 28,7% respecto al mismo mes de 2013, según los datos hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto es una muestra de la mejora de la morosidad entre las empresas.
El importe medio de los efectos que se encuentran sin pagar es de 1.728 euros, lo que significa que “afectan de manera muy especial a los trabajadores autónomos y a las empresas más pequeñas“, asegura César García, secretario institucional de UPTA. No podemos olvidar que la morosidad ha sido el detonante desde el comienzo de la crisis en España del cierre de un tercio de los 500.000 negocios que desaparecieron.
Las cifras de morosidad mejoran, pero aún son demasiado elevadas. Por eso desde esta organización de autónomos recomiendan que se apruebe lo antes posible el régimen sancionador como desarrollo de la Ley contra la Morosidad. Consideran que es normal el porcentaje de impagados sobre vencidos, que asciende al 2%, que en gran medida se debe a las “transacciones comerciales” y no tanto por la mejora financiera de las empresas, apunta el directivo de UPTA.
César García advierte de que son muchos los trabajadores por cuenta propia y pequeños empresarios los que no pueden afrontar sus compromisos con proveedores o que incluso no cobran de sus clientes debido a la caída de las ventas y por la ausencia de financiación. No consideran que el rescate financiero de la Unión Europea haya llegado a la “economía real”.
Las comunidades autónomas que acabaron el mes de noviembre con un mayor descenso anual en cuanto a efectos de comercio impagados fueron Cantabria (-65,2%), País Vasco (-44,5%), Murcia (-43,7%), Baleares (-38,2%) y Cataluña (-30,3%). Por contra, la comunidad con peor comportamiento en este capítulo de morosidad ha sido Castilla y León con un descenso del -1,9%.