En los Presupuestos Generales del Estado del próximo ejercicio se suprime la reducción del 20% sobre rendimiento neto por creación y mantenimiento de empleo. Esto afecta sobre todo a autónomos y pymes con menos de 25 trabajadores y con una facturación por debajo de los cinco millones de euros. La medida se venía prorrogando desde 2010.
La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos ATA se muestra preocupada ante esta decisión al entender que afectará al empleo y a unos colectivos que representan la base del tejido productivo del país. Además consideran que para muchos trabajadores por cuenta propia la reforma fiscal que entrará en vigor el 1 de enero tendrá “un impacto nulo”, dado que la supresión del incentivo fiscal “le generará un coste en su factura fiscal mucho mayor que el ahorro de la rebaja de las retenciones“.
El presidente de esta organización, Lorenzo Amor, asegura que “si realmente se suprime esta reducción en los Presupuestos Generales del Estado vamos a eliminar una medida que ha sido el anclaje de muchos empleos durante estos años en esa franja del tejido empresarial”, que representa el 98% del total. Se atreve a augurar la “desaparición de unos 70.000 puestos de trabajo, lo que puede suponer más coste en prestaciones por desempleo del que se pretendía ahorrar con la medida”.
Desde ATA proponen como alternativa limitarlo aún más, por lo que seguirían beneficiándose aquellos autónomos y micropymes cuyo nivel de facturación se encuentre por debajo de los dos millones de euros y que tengan al menos diez empleados. No olvidemos que estos suponen el 82,2% del tejido empresarial. Además, muestran interés en que esta medida se prolongue hasta que la tasa de desempleo no baje del 20%.
El presidente de ATA cree que “con esta decisión, la reforma fiscal sufre un retroceso importante ya que uno de sus objetivos era el de favorecer la fiscalidad de los autónomos”.