Cada vez es más frecuente encontrar a personas que optan por una de las vías de escape ante la escasez de trabajo asalariado como es trabajar por cuenta propia. Y es que ser autónomo tiene ventajas, tanto a nivel profesional como a nivel personal.
Aunque ser un trabajador autónomo requiere un gran esfuerzo personal, tanto físico como creativo, también aporta algunas recompensas sumamente gratificantes, al ser un estilo de vida que permite al individuo establecer sus propios horarios, escoger su lugar de trabajo o mantener el control total de la empresa. En definitiva, ser tu propio jefe. Además, en una sociedad global, que se hace más competitiva por momentos, la flexibilidad que precisan las grandes corporaciones e instituciones está potenciando la proliferación de una mayor cantidad de trabajadores autónomos.
Ventajas fiscales de ser autónomo
Una persona interesada en montar un negocio o trabajar por cuenta propia debe tener en consideración determinados aspectos fiscales, valorando así los riesgos y oportunidades asociados a emprender y consolidarse como empresario autónomo. Entre las ventajas fiscales existentes en la actualidad para el autónomo se encuentran, por ejemplo, la posibilidad de una reducción de un 9% del IRPF en los dos primeros ejercicios. Asimismo, aquellas personas en situación de desempleo que decidan darse de alta como autónomos podrán capitalizar el 100% de la cobertura por desempleo, beneficiándose de exención completa del IRPF.
Incluso, para equiparar las prestaciones de autónomos y trabajadores por cuenta ajena, ha sido implementada la cobertura por cese de actividad para trabajadores autónomos. También es importante destacar que, con el objetivo de atenuar las fuertes cargas fiscales a las que hacen frente los trabajadores por cuenta propia, se ha ampliado el grupo beneficiario de la tarifa plana en las cuotas a la Seguridad Social: los nuevos autónomos abonarán 53,07 euros de cotización durante los primeros seis meses, incrementándose paulatinamente en los meses posteriores. Pero hacerse autónomo conlleva, además, una serie de responsabilidades fiscales, como la obligatoriedad en la facturación de cada actividad realizada.
También es conveniente tener en cuenta que, con la universalización de la conexión a internet, las oportunidades para el autoempleo se han incrementado sustancialmente, dando lugar a un abanico de opciones más amplio para el emprendedor.