Al tratarse de una figura específica es común tener dudas sobre qué impuestos debe pagar un autónomo colaborador o si existen ventajas fiscales para él.
¿Cuáles son las obligaciones fiscales del autónomo colaborador?
La principal ventaja de ser autónomo colaborador es que no tiene la obligación de presentar trimestralmente las declaraciones de IVA e IRPF, ya que son obligación del su pariente, el autónomo titular del negocio. Es decir, no tendrá que presentar cada tres meses el modelo 303 de IVA ni el modelo 130 de IRPF.
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El autónomo colaborador sólo tendrá que presentar anualmente su declaración de IRPF, al igual que hace cualquier otro trabajador, y pagar los impuestos que correspondan en base los ingresos obtenidos. Estos ingresos deberán justificarse mediante recibos o las nóminas. Existen grandes bonificaciones para autónomos colaboradores, que les permiten reducir su carga fiscal notablemente.
Por su parte, el autónomo titular estará obligado a pagar a las cotizaciones a la seguridad social del familiar colaborador y pagarle una nómina acorde a su categoría profesional. El autónomo titular debe contabilizar el salario de los autónomos colaboradores como gastos deducibles para el negocio que posee.